Cada 19 de agosto se celebra el Día Nacional de Lucha contra el Síndrome Urémico Hemolítico; enfermedad causada por la bacteria Escherichia coli que afecta los riñones y puede ser mortal. La mejor forma de prevenir es tomar los recaudos necesarios a la hora de preparar y consumir nuestros alimentos.

El Síndrome Urémico Hemolítico se puede contraer al consumir agua o alimentos contaminados y mal cocidos. La bacteria puede ingresar al organismo a través de carnes mal cocidas, verduras crudas, leche o productos lácteos sin pasteurizar. El mayor riesgo existe al utilizar los mismos utensilios para manipular lo crudo y lo cocido.

 Esta enfermedad, afecta principalmente a niños menores de 5 años y es la primera causa de insuficiencia renal aguda en edad pediátrica y la segunda de insuficiencia renal crónica. Además, es responsable del 20% de los trasplantes renales en niños y adolescentes.

 Estas cifras son motivos para que, al momento de la preparación de las comidas, se tengan en cuenta cocinar la carne completamente, en especial la carne picada y los productos elaborados con ella de manera que no queden partes rosadas o rojas en su interior; lavarse las manos con agua y jabón antes de manipular alimentos y después de tocar alimentos crudos; lavar bien las frutas y verduras; consumir agua segura y evitar el baño en aguas contaminadas. Además, es importante utilizar diferentes superficies para picar y emplear distintos utensilios de cocina para los alimentos crudos y los alimentos cocidos. De esta manera se evita la contaminación cruzada.

 Los síntomas del Síndrome Urémico Hemolítico (SUH) pueden ser diarrea con presencia de sangre, dolores abdominales y vómitos. La persona también puede presentar palidez, alteración de la conciencia, disminución en la eliminación de orina, convulsiones, entre otros. Ante la aparición de alguno de ellos, la mejor opción es concurrir al Centro de Salud y Hospital más cercano y no auto medicarse.