El Gobierno apuesta a cumplir, en general, el primer examen del flamante Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF) con el organismo.

Las partes están preparadas, y sólo falta poner la fecha y la modalidad de la visita. El Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmará en los próximos días, el momento exacto en que los técnicos del organismo llegarán a Buenos Aires, para avanzar en la primera de 11 misiones comprometidas y correspondientes a la firma del acuerdo de Facilidades Extendidas aprobado el 25 de marzo pasado. Y junto con las fechas, informará a Buenos Aires lo más importante y políticamente complicado: el listado de funcionarios del Ejecutivo (y autónomos) que los responsables de la misión fiscalizarán durante su viaje, algunos de los cuales (quizá muchos) están en contra del acuerdo en general. La esperanza del Ejecutivo es que este primer control se convierta en una especie de “round de estudio” y que no determine conflictos derivados de incumplimientos de las metas fiscales, macroeconómicas y monetarias pactadas antes de la firma del acuerdo; alguna de las cuales hoy quedaron sepultadas por la realidad. Especialmente la que pronosticaba una inflación del 48% para este año. Lo que se espera para este viaje, es que los responsables finales simplemente tomen nota de la marcha de las variables y que sólo sirvan como punto de partida para renegociar cuando también estén sobre la mesa los números y porcentajes correspondientes a la segunda misión; la que debería concretarse en agosto. En teoría, y según lo que se espera en todo el gobierno nacional, cuando la inflación esté en baja. O al menos no arroje resultados de 6% mensual de incremento.

La misión que se concretará en mayo, al anunciarse desde Washington el mismo 25 de marzo, fue un baldazo de agua fría para el gobierno; ya que se esperaba que las visitas durante la gestión de Alberto Fernández sean 10 y que la primera se concretara entre julio y agosto. Sin embargo, y por presión de los miembros del Board del organismo que aprobó el acuerdo (más como un gesto al FMI que a la Argentina), la primera verificación se adelantó para mayo, sumando una misión examinadora más para el Ejecutivo.

El viaje estará comandado por la secretaria Adjunta para el Hemisferio Occidental Julie Kozack y el responsable técnico para el país Luis Cubeddu, quienes reportarán directamente al director gerente para el Hemisferio Occidental, el brasileño- israelí Illan Goldfjan, quién fue empoderado y responsabilizado por el Board para atender el caso argentino casi de manera personalizada y como tarea preponderante. Una de las consecuencias del adelantamiento de las misiones, es que habrá una más hasta terminar el programa de repago del stand by firmado durante el gobierno de Mauricio Macri, y que implica que el organismo cumpla con los vencimientos pactados en ese acuerdo durante dos años y medio. Como ese cronograma culmina en el último trimestre del 2024, la misión de mayo se sumará a las 10 ya pactadas; con lo que serán 11 los exámenes a cumplir.

El gobierno de Alberto Fernández deberá ser anfitrión de al menos siete (y no seis) de esas visitas. Para la administración que suceda a la actual, se descarta que habrá que llamar a una renegociación. En el gobierno hay cierta tranquilidad. Si bien se reconoce que la inflación, las reservas y otras variables generales están en crisis; en el Palacio de Hacienda se confía en que las dos principales metas pactadas para el 2022 serán cumplidas. El déficit fiscal de 2,5% estaría garantizado, mientras que el país crecería 4% este año, en sintonía con el compromiso de un alza del PBI de entre 3,5 y 4,5%. En algunos despachos oficiales (no Hacienda) incluso hay esperanza en que el crecimiento de este año pueda superar ese límite y llegar al 5%. Así, el Ministerio de Economía está muy confiado en que todos los exámenes del año (serán tres), pueden ser alcanzados. Con dificultad, pero sin aplicar ajustes por fuera de lo negociado y discutido. Y que no se llegará al escenario pronosticado en marzo pasado por el argentino Claudio Loser, el ex director gerente para el Hemisferio Occidental de FMI, quien, consultado sobre el futuro Facilidades Extendidas, dijo que “cada tres meses la Argentina va a tener que salvarse del default” para su continuidad. Para esto se debe tener en cuenta la regla general no escrita de las misiones del FMI.

Se sabe que los técnicos del Fondo que tengan a su cargo la fiscalización del cumplimiento de las metas, las controlarán con un nivel de relojería que pocas veces fue aplicada. Fue el mandato explícito del board del FMI del 25 de marzo, que determinó que existen “riesgos extraordinarios” en el Facilidades Extendidas aprobado; lo que obliga a los fiscalizadores de Washington a no regalarle nada al país. ¿Cuándo caería el acuerdo ante el incumplimiento? Según el estatuto del Fondo, dos trimestres consecutivos de incumplimiento alcanzarían. Luego se abriría una renegociación. Si fallaran las previsiones de Buenos Aires, la renegociación de las metas pactadas, en el caso de no cumplirse la totalidad de las variables comprometidas ya en la revisión del primer trimestre del año, y si estas replicaran en el segundo trimestre; ya para la misión de septiembre tendrían que reabrirse las discusiones. Un escenario políticamente complicado para el Ejecutivo, en tiempos en los que se descarta que el debate interno en el oficialismo por el acuerdo con el FMI aún estaría vivo.

Fuente: ámbito

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