“Vamos por todo” fue la convocatoria de Cristina Fernández de Kirchner que atronó años atrás en cada rincón del país, abriendo los ojos de los ciudadanos que legítima y democráticamente dijeron no al atropello y le pusieron freno en las urnas. Esa frase espeluznante vuelve a retumbar y comienza a despuntar las primeras víctimas y los objetivos iniciales, en el marco del operativo “Volver”: Jujuy, su sistema judicial y la institucionalidad.

Esta oleada que amenaza con volver, encontró un singular aliado: El procurador general de El Chaco, Jorge Canteros, quien participó de una reunión con legisladores del PJ en la que se deslizó la posibilidad de impulsar una intervención federal en la órbita del Poder Judicial de la Provincia.

¿Pero quién es Canteros? Se trata del cuestionado personaje sobre quien pesaba hasta el jueves último un pedido de juicio político por improcedente, dudosa y objetable conducta en una causa por un millonario desvío de fondos, escandalosa situación de la que zafó, favor mediante del justicialismo gobernante en El Chaco que se encargó de cajonear el expediente. Un modus operandi reiterativo, usado con insistencia y ampliamente conocido en Jujuy hasta 2015.

Tamaña amenaza no hace otra cosa que anticipar lo que se viene para los jujeños, en caso de materializarse el regreso del kirchnerismo que sólo sabe de venganza y pase de facturas, una forma de ejercer el poder absolutamente apartada de los postulados constitucionales y republicanos, pero que ya tiene aplaudidores en la provincia. Incautos, mirar al bloque de diputados justicialistas en la Legislatura.

Los argumentos de Canteros y allegados son insostenibles a punto tal que hace gala de una cuanto menos discutible moralidad al hablar de "gravedad institucional" en Jujuy, cuando la realidad muestra contundentemente que los Poderes del Estado y las instituciones están funcionando con normalidad y en pleno ejercicio de sus deberes y facultades, a partir de las garantías de independencia y libertad reinstauradas en la provincia en las postrimerías de 2015.

¿Dónde estuvieron Canteros y compañía en aquellos tiempos de terror que azotaron a los jujeños, cuando las hordas de la Tupac Amaru atropellaban las instituciones, el orden constitucional, el derecho, el gobierno y la justicia, obviamente amparadas por funcionarios judiciales y ejecutivos nacionales y provinciales que garantizaban impunidad?

Hoy Canteros se moviliza ante un pedido de juicio político contra el fiscal Alejandro Ficoseco, sustanciado dentro de los carriles institucionales correspondientes y con garantías de derecho a la legítima defensa, a diferencia de lo que hizo Ficoseco bastardeando los derechos de toda una ciudadanía víctima de la violencia enquistada por la Tupac Amaru y socios del poder político de turno encarnado en el PJ kirchnerista, sin olvidar la complicidad de funcionarios del Tribunal de Cuentas que abandonaron su responsabilidad de contralor para transformarse en simples y pusilánimes escribanos de actos corruptos que atentaron contra los intereses de los jujeños.

Tras años de ceguera y desinterés oportunista por el destino de los jujeños, Canteros se arroga la representación de titulares de ministerios públicos exhibiendo el tupé de sentirse preocupado por Jujuy, estadio resultante de la información que recibieron de diputados del Partido Justicialista, de esos mismos que hasta ayer fueron socios del latrocinio que sumió a Jujuy en la desesperanza, el derramamiento de sangre y la muerte misma.

¿Realmente los fiscales nucleados en el Consejo de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores Generales de la República Argentina y en el Consejo Federal de Política Criminal que visitan Jujuy para realizar un congreso el fin de semana, se sienten y permiten ser representados por Canteros? ¿Hasta qué punto los honorables funcionarios judiciales se someterán a los dichos y el pensamiento de un vocero de deshilachada ética y moral? ¿Hasta qué punto permitirán los jujeños y sus instituciones semejante avasallamiento?