- 14 de enero de 2019
La Guardia Civil desplegará tres mecanismos diferentes para alcanzar al niño de dos años que permanece atrapado desde el domingo al mediodía a más de 100 metros de profundidad, en Málaga.
Mientras crece la angustia, la Guardia Civil española evalúa
la forma de rescatar a Yulen, el pequeño de dos años que cayó el domingo al
mediodía en un pozo de entre 20 y 25 centímetros de ancho y algo más de 100
metros de profundidad en la localidad de Totalán, Málaga.
La primera alternativa consiste en realizar un pozo
paralelo, de la misma profundidad y un metro y medio de ancho. Sin embargo,
antes de excavar es necesario entubar al existente -es decir, en el que se
encuentra el pequeño- para impedir su derrumbe.
La segunda alternativa supone la excavación a cielo abierto
de la ladera hasta llegar al lugar donde se cree que está el menor. Y la
tercera opción es utilizar una maquinaria potente que permita extraer la tierra
que se ha encontrado en la cavidad a 73 metros de profundidad. “Si no
creyéramos que puede seguir con vida, no estaríamos barajando todas estas
opciones”, han subrayado fuentes de la Guardia Civil.
Según trascendió, el pozo fue excavado un par de semanas
atrás, en busca de agua aunque no se encontró. Tiene una cavidad totalmente
vertical y no está entubada, aunque sus paredes son lisas. Por eso las labores
de extracción de tierra se están realizando con mucho cuidado. “Se trata no solo
de llegar al lugar donde esté el pequeño, también de conservar el hueco por el
que realizar el rescate”, explicó al diario El País de España, la subdelegada
del Gobierno, María Gámez.
Yulen cayó este domingo por accidente en el agujero, cuando
paseaba con su familia en una finca propiedad de un tío del pequeño y situada
en una zona conocida como Dolmen del Cerro de la Corona. El pozo estaba sin
protección y sin señalizar y la finca, sin vallar.
La tragedia golpeó antes a la familia
Según la prensa española, los padres de Yulen, José y
Victoria, perdieron en 2017 a un niño de tres años llamado Oliver. El pequeño
falleció por muerte súbita cuando paseaba por la playa de El Palo, el barrio en
el que residen. Según cuentan sus vecinos, la familia ha sufrido mucho desde
entonces.
Fuente Crónica
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