- 05 de mayo de 2021
Ustedes como pacientes y nosotros como trabajadores estamos atravesando una situación crítica sin antecedentes en la Salud Pública de Jujuy, en particular en el Primer nivel de Atención, conformado por los Centros de Salud.
El estado actual comenzó a gestarse con la implementación,
por parte del actual Ministro de Salud, del Plan Estratégico de Salud “Primero
la Gente”, el cual a la fecha ha generado las siguientes consecuencias:
- La planta del área de Salud se ha reducido
sustancialmente, dado que todos los cargos vacantes por jubilación o
fallecimiento de su personal, no se han cubierto en estos últimos cuatro años,
al haberse suspendido el llamado a concursos. Así por ejemplo un Centro de
Salud con población a cargo, alrededor de 10.000 personas, cuenta con uno a dos
médicos y con una perspectiva a corto y mediano plazo de continuar “perdiendo”
recursos humanos, dado el promedio de edad del personal profesional, técnico y
administrativo.
Paralelamente, sólo se han hecho efectivos contratos
precarios para enfermeros y agentes sanitarios que, por sus características (se
los afecta a realizar distintas tareas en diferentes lugares, en cualquier
momento), no permiten mejorar la respuesta a las demandas diarias que surgen en
las instituciones. Por otra parte, no hay reemplazo de ningún tipo, por lo que,
ante la ausencia de algún agente por uso de su licencia o problemas de salud,
la cobertura respecto a su función se ve afectada, de manera tal que los
Servicios se ven obligados en más de una ocasión a reducir el horario de
atención (por ej. por falta de enfermeros), a disminuir la cantidad de turnos
que se otorgan o directamente suspender una atención específica.
-Se creó un sistema de derivaciones e interconsultas para
acceder a los especialistas que resultó ser una barrera para los usuarios en la
concreción de un turno, el cual se ve demorado a veces un mes o más o queda sin
respuesta (según explican porque el sistema está saturado). Y, por otro lado,
al personal del Centro de Salud le implica un gran tiempo extra poder
comunicarse con los Servicios que otorgan dichos turnos y posteriormente
notificar a los pacientes sobre los mismos. Todo este proceso atenta contra el
derecho de la gente a tener respuesta oportuna frente a sus problemas de salud
y contra la eficiencia en el desempeño de las tareas diarias en la institución
antes mencionada.
- Existe un déficit de financiamiento en relación a los
recursos materiales que se necesitan para el funcionamiento diario, por
ejemplo, falta o existencia insuficiente de tinta para impresoras, hojas,
historias clínicas, carnets, formularios, insumos de librería, de higiene etc.
Este estado de desprovisión se debería en parte a la ”quita” de recursos
económicos, por decisión del Ministerio (a partir de inicios del año 2020), a
los que accedían los Centros de Salud a través del Programa Nacional Sumar el
cual se implementó en el año 2005 y continúa vigente a la fecha. Dicho programa
entre otras cosas, creó un sistema de facturación de las “atenciones”
realizadas en los CAPS, por lo que cada Servicio recibía montos determinados de
acuerdo a lo trabajado por mes que eran destinados a mejorar el ámbito de los
Servicios (infraestructura e insumos) buscando así optimizar la calidad de la
atención de la Comunidad.
- Asimismo, no se
cuenta con el personal suficiente de mantenimiento, lo que trae aparejado,
meses de espera para dar solución a cualquier problema de infraestructura, que
muchas veces termina siendo resuelto “a través” del bolsillo de los
trabajadores del Centro de Salud.
Por todo lo antes dicho, consideramos que es Urgente que
todos juntos, nosotros y ustedes, reclamemos se nos escuche y se revise todo
aquello que no funciona y que está deteriorando día a día el sistema de Salud
Público, haciendo que en muchos aspectos se esté lejos de cumplir con el lema
de “primero la gente”.
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