- 21 de noviembre de 2024
En los próximos días, el país deberá depositar el monto que determinó la Justicia de Reino Unido por las estadísticas del INDEC durante el mandato de Cristina Kirchner.
Si no se paga, los beneficiarios del fallo ejecutarán la
garantía de 300 millones de euros y empezarán el proceso para realizar
embargos.
Este jueves se cumplen 45 días desde que la Corte de
Apelaciones londinense falló en contra de la Argentina en la causa por la
manipulación de las estadísticas del INDEC, que derivó en que el país no pagara
los intereses del bono conocido como Cupón PBI.
Una vez cumplido ese plazo, la Argentina debería pagar la
sentencia por US$1300 millones de euros (unos US$1368 millones). El monto es
más de lo que reclamaban originalmente los demandantes porque la justicia
inglesa extendió el pedido original a todo el universo de tenedores del cupón
PBI en la moneda europea.
Sebastián Maril, analista de Latam Advisors que sigue el
caso, explicó a TN que el fallo se publicó el 7 de octubre. Por eso, los
abogados de los beneficiarios indican que la fecha límite es este jueves. En
cambio, la Argentina informó en un reporte ante la Comisión de Valores de los
EE.UU. que la sentencia fue el 14 de octubre, lo que correría hasta el 28 de
noviembre la fecha tope para el pago. De cualquier manera, el vencimiento
ocurrirá en los próximos días.
Si el Gobierno argentino no paga, los beneficiarios podrán
cobrar los más de 300 millones de euros que la Argentina había depositado en
febrero para tener la posibilidad de recurrir a la Corte de Apelaciones
inglesa, que finalmente desestimó el pedido argentino. A la vez, empezarán un
proceso para tratar de identificar activos a embargar con el objetivo de cobrar
el total de la sentencia.
Al momento de conocer el fallo, la Procuración del Tesoro
que conduce Rodolfo Barra expresó: “La República Argentina está analizando con
sus asesores legales las consecuencias de esta determinación de la Corte
Suprema del Reino Unido. Cabe destacar que esta causa tiene su origen en 2013,
cuando el gobierno de Cristina Kirchner, alegan los fondos, modificó la forma
de calcular su PBI para evitar realizar pagos adicionales a los tenedores de
bonos emitidos por la Argentina en ocasión de los canjes de deuda de 2005 y
2010′.
Con la fecha de pago encima, en la Procuración prefieren no
hablar del tema. Dicen que las apreciaciones oficiales vendrán desde la
secretaría de Finanzas que dirige Pablo Quirno. Si bien los voceros del
Ministerio de Economía no hicieron comentarios ante la consulta de TN, el
cambio en la comunicación se puede interpretar como un síntoma de que la
Argentina se acerca a algún tipo de solución definitiva para este caso.
¿Significa eso abonar toda la sentencia con reservas del
Banco Central? No necesariamente. Existe la posibilidad de cerrar un acuerdo
extrajudicial con los acreedores y conseguir alguna quita, aunque esa
estrategia hubiera sido mucho más beneficiosa antes de la sentencia. También
está la chance de hacer el pago mediante la emisión de algún bono soberano,
como se hizo para cancelar la deuda con Repsol tras la expropiación de las
acciones que la compañía española tenía en YPF.
Un conflicto con dos frentes abiertos
El conflicto judicial en torno al pago de los cupones PBI se
originó cuando, en 2013, la Argentina decidió cambiar la fórmula que usa el
INDEC para calcular el crecimiento de la economía. Esos bonos pagaban,
precisamente, si el PBI aumentaba más de cierto nivel. El reclamo es que el
país dejó de publicar el dato de PBI del último trimestre de 2013, cambió la
fórmula y dijo que el crecimiento anual fue de 3,2%, justo debajo del 3,3% que
gatillaba el pago.
Esta decisión generó reclamos en los tribunales
internacionales. En Londres, por la versión del cupón PBI en euros; y en Nueva
York, por la serie en dólares. El litigio europeo avanzó más rápido y ya en
2023 el juez de primera instancia condenó a la Argentina a pagar 1300 millones
de euros por los intereses correspondientes al cupón PBI durante 2013.
Además, obligó al país a continuar publicando la serie
vieja, desde 1993, y a abonar a todos los beneficiarios de los bonos si con esa
serie correspondía hacerlo durante los años siguientes. En cambio, no permitió
a los acreedores avanzar con embargos hasta que hubiera un fallo de la Corte de
Apelaciones. Ahora que la apelación argentina fue rechazada, los beneficiarios
de la sentencia pueden empezar su plan para confiscar bienes públicos.
Fuente: TN
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