- 31 de diciembre de 2018
Los manifestantes demandaron el cumplimiento de la promesa que les hiciera el dictador de entregarles perniles, el alimento tradicional en las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, y la normalización de los servicios públicos, cuya pésima prestación es ot
Cientos de simpatizantes del dictador venezolano Nicolás
Maduro protestaron este domingo, como lo hicieran hace un año, en demanda del
cumplimiento de la promesa que les hiciera el mandatario de entregarles
perniles (jamones), un alimento tradicional en las celebraciones de Navidad y
Año Nuevo en el país suramericano.
En el centro de Caracas, una centena de empleados
dependientes del Gobierno se manifestaron a las puertas del Ministerio de
Educación para exigir lo que llamaron el "combo navideño", que según
los protestantes incluye bonificaciones, regalos para niños y los jamones.
En tanto que en el barrio pobre de Petare, un bastión del
chavismo, que gobierna desde 1999, los manifestantes pidieron, además del
pernil, la normalización de los servicios públicos, cuya pésima prestación es
otra expresión de la severa crisis económica que atraviesa Venezuela.
Las exigencias se han mantenido desde que principios de mes,
cuando Maduro dijo de forma pública que repartiría los jamones, una promesa que
no pudo cumplir el pasado año por, aseguró entonces, la presunta persecución
financiera que sufre su Gobierno.
Maduro señaló este diciembre que los jamones serían
repartidos a través del llamado sistema Clap, que entrega alimentos a bajo
costo cada mes a más de 6 millones de familias, según ha señalado el propio
mandatario en el pasado.
Pero varias familias inscritas en este sistema y consultadas
por Efe señalan que, en el mejor de los casos, se repartieron piezas de carne
de cerdo que debían ser compartidas, y que las entregas se realizaron de forma
discrecional, atendiendo al menor nivel socioeconómico de las familias.
En diciembre de 2017 se registraron varias protestas en
zonas populares para exigir el reparto de jamones, que se saldaron con una veintena
de heridos y detenidos.
De acuerdo con la prensa local, en aquella oportunidad murió
una mujer embarazada en el sector El Junquito, en el noroeste de Caracas, tras
recibir un disparo de un agente que intentaba disolver una protesta.
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