Este martes la divisa paralela superó los $1400. La situación encendió alarmas entre los analistas por el futuro del rumbo cambiario y hay incertidumbre pese a que el Gobierno rechaza cualquier salto brusco del tipo de cambio.

Julio arrancó con un alza de los dólares blue y financieros que superaron los $1400, baja de las acciones, caída en los bonos y un riesgo país por encima de 1500 puntos. Con la suba, la brecha entre el oficial y los paralelos supera el 50%. La situación encendió las alertas entre los analistas sobre el futuro del rumbo cambiario, aun cuando el Gobierno minimizó la reacción del mercado al inicio la segunda etapa del programa.

La principal preocupación pasa por cómo se comportarán quienes se ocupen de la liquidación de las divisas del agro, dado que los productores suelen demorar ventas, justo en momentos de cosecha gruesa y cuando el Banco Central necesita dólares. Desde el campo ya se había reclamado una unificación cambiaria o una baja en las retenciones para mejorar los precios al productor.

Otro foco de atención está puesto en las importaciones porque presionan sobre el mercado cambiario oficial y como sucedió en junio pueden derivar en que el Banco Central deba vender divisas y no pueda seguir acumulando reservas, como es su objetivo. Del posible traslado a precios, los analistas evitan hablar por el momento, dada la recesión.

En su anuncio del viernes sobre la fase dos, el Gobierno eligió comunicar que acelera la reducción de la deuda del BCRA hacia la emisión cero, ratificó el ajuste fiscal y la continuidad de la devaluación por goteo (2% mensual) y el dólar blend o exportador. Pero el mercado esperaba una flexibilización, o al menos un plan detallado de cómo sería la salida, de los controles cambiarios que no llegó.

Eso impacto fuerte en las cotizaciones e hizo que la distancia entre la cotización del oficial y los financieros (el CCL que es el que usan las empresas) marcara un máximo para el año: este martes se ubicaba en 56% (el lunes cerró en 54%). Desde la consultora Outlier apuntaron: “No creemos que la razón (de la escalada de los paralelos y la mayor brecha) sean los anuncios per sé, sino el orden de prioridades y la evaluación de costos y riesgos que el propio Ministerio de Economía explicitó en la misma respecto del cepo”.

Fausto Sportono, asesor del presidente Javier Milei, expuso hoy que “el Gobierno salió con un anuncio un viernes a la noche, el mercado esperaba algo más. Salió con un anuncio muy técnico”, dijo en declaraciones a Radio Rivadavia .

“Hay ansiedad. Lo que está pasando desde mediados de mayo es que la brecha no se está achicando y las reservas están creciendo muy poquitito o nada. Entonces, ahí es donde el mercado se empieza a poner más nervioso, porque el camino para salir del cepo, con las reservas subiendo y la brecha achicándose, es un camino claro y está yendo para el otro lado, esa tensión es natural. Entre el Gobierno que dice no estoy preparado para salir del cepo, y el sector privado que te dice, bueno, pero yo necesitaría salir del cepo”, comentó.

El exministro Hernán Lacunza, en tanto, planteó que la brecha arriba de 50% es un mensaje claro del mercado: “Las cosas como están no pueden seguir así”.

Brecha en más de 50%: qué esperan los economistas

Sobre qué puede pasar con la brecha en las próximas semanas, desde Outlier remarcaron como “clave lo que ocurra con las liquidaciones” del campo. “Si el ritmo mejora, las subas podrían aplacarse y hasta devolver algo. Lo mismo si hay avances con el FMI respecto del nuevo acuerdo y su posible tramo de financiamiento neto”, apuntaron.

En tanto, Ricardo Delgado, de Analytica, planteó ante TN que una brecha por encima del 50% empieza a complicar el pago de importaciones, genera incentivos para postergar la liquidación de exportaciones. Calmar esas expectativas es fundamental, dijo el analista.

“Se requiere señal más contundente (que los anuncios del viernes) para evitar estos incentivos a los privados, sino va a ser difícil que el ritmo de liquidación se mantenga como venía. Hay una necesidad de reformular el programa económico”, planteó.

Luis Palma Cané, por su parte, sumó que se está ante un momento bisagra. “Una brecha arriba del 50% es insostenible en el mediano plazo. Se necesitan dos condiciones que el programa no se dan, que es que aumenten fuertemente las reservas y que se achique la brecha, que permita ir desarmando el cepo”.

Fuente: TN

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