- 08 de noviembre de 2022
El ida y vuelta entre el Presidente y Máximo Kirchner profundizó la grieta en el oficialismo.
En la agrupación K hay quienes sostienen que el tono
contestatario del mandatario no durará demasiado y otros ya se preparan para
una carrera electoral con muchas dificultades.
La interna en el Frente de Todos escaló en los últimos días
a otro nivel. Los cuestionamientos cruzados entre Alberto Fernández y Máximo
Kirchner profundizaron las divisiones en el oficialismo y vaticinan una campaña
electoral cargada de tensión.
Es que mientras desde La Cámpora fogonean el operativo
clamor para que cada vez más intendentes, gobernadores y dirigentes pidan
públicamente por la candidatura de Cristina Kirchner, el albertismo se niega
-por ahora- a ceder ante los embates del kirchnerismo que exigen la suspensión
de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) y dirigentes como
Aníbal Fernández piden públicamente que los K dejen competir al actual
mandatario.
La estrategia de pedir por la candidatura de Cristina
Kirchner responde a la necesidad del kirchnerismo de mostrar poder de fuego en
momentos en los que Alberto Fernández parece dispuesto a dar ciertas peleas en
el Gobierno. “No quiero empezar con el cristinómetro”, enfatizó el jefe de
Estado inmediatamente después de decirle a Máximo Kirchner que “cuando un
compañero habla mal de otro deja de ser peronista”.
La frase de Fernández fue una respuesta directa al
comentario del hijo de la Vicepresidenta y líder de La Cámpora que había
señalado que el Presidente inició una aventura personal cuando llegó a la Casa
Rosada.
Crece la interna en el Gobierno tras el cruce entre Alberto
Fernández y Máximo Kirchner
El ida y vuelta se produjo, además, en un clima de extrema
tensión por las diferencias en el rumbo de la gestión, las dificultades para
contener la inflación y hasta la indefinición respecto al bono de fin de año o
aumento en suma fija para trabajadores en relación de dependencia que reclama
Cristina Kirchner. Las estimaciones privadas marcan que el 2022 terminará con una
inflación superior al 100%.
Cuando el kirchnerismo critica estos aspectos de la gestión
lo hace como si fuese ajeno al Gobierno. Este lunes Aníbal Fernández le
respondió a Máximo Kirchner y lanzó una frase en este sentido: “Hace rato no
participan del Gobierno ni toman decisiones sobre lo que importa”.
Preocupación en La Cámpora por el tono de Alberto Fernández
y la tensión de cara a la campaña 2023
Así, tanto en el albertismo como en el kirchnerismo y el
massismo alertan que la campaña estará cargada de tensión. En La Cámpora hay
quienes sostienen que este Alberto Fernández “conflictivo” no durará demasiado
tiempo, pero otros creen que la cuestión será un dolor de cabeza al momento de
armar la fórmula que competirá por la presidencia.
En el kirchnerismo entienden que la discusión sobre los
nombres que se presentarán por el Frente de Todos debe darse puertas adentro y
no en una interna. El albertismo busca todo lo contrario y dice que no se puede
cambiar las reglas de juego a un año de la elección.
Cerca del propio Presidente dudan respecto al margen que
tendrá Alberto Fernández para disputar espacios de poder en ese armado de cara
a los comicios de 2023. Es que en las últimas semanas el massismo y el
kirchnerismo unificaron discursos respecto a las PASO y colocaron presión sobre
el mandatario.
“La lapicera la tiene Cristina Kirchner y está bien que así
sea”, le dice a TN un integrante de La Cámpora. El armado de la fórmula no solo
dependerá de cuestiones políticas sino económicas. Nadie se anima a hablar de
candidaturas y nombres, pero sí hay algo en lo que coinciden: Sergio Massa no
se postulará si no logra contener la inflación.
Esta semana promete nuevos embates de La Cámpora al
Presidente. Por ahora no hubo respuesta de la agrupación que comanda Máximo
Kirchner a los dichos de Alberto Fernández, pero no se descarta que desde este
martes referentes del espacio salgan a contestarle.
Fuente: TN
COMENTARIOS
No han dejado comentarios
Escriba su comentario