derrumbe

Tras la muerte de una mujer de 35 años y su hijita desde la Fiscalía de Delitos Culposos trabajan para determinar el grado de responsabilidad del encargado del consorcio. "Hay que tener en cuenta que es una estructura de 50 años", manifestó el funcionario

Después de la desgracia, comienza la investigación. La Fiscalía de Delitos Culposos está a cargo de la pesquisa por las muertes de Agustina Ferro, de 35 años, y su hija Indiana, de tres, quienes fueron aplastadas, el sábado a la tarde, por los escombros de tres balcones que se desmoronaron de un edificio en Punta Mogotes. Todo apunta al administrador.

Si bien el fiscal Pablo Cistoldi aún no imputó a ninguna persona por el incidente, explicó que desde la fiscalía trabajan para determinar el “grado de responsabilidad” que pudiera existir y en el que el administrador del edificio podría estar ligado al hecho. “Hay que tener en cuenta que el arquitecto, o quien lo haya construido, lo hizo hace unos 50 años”, agregó.

El administrador del edificio es Jorge Bianchi, de 58 años, y está a cargo del consorcio desde hace unas dos décadas. Bianchi no está imputado pero fue notificado de que está siendo investigado en la causa.

El apuntado aseguró que ya está “completando todos los requerimientos de la Municipalidad en cuanto al expediente del edificio”, aunque sobre la tragedia prefirió no hablar alegando estar “muy ocupado”.

Peritajes

El fiscal Cistoldi ordenó la realización de peritajes para saber cómo sucedió la tragedia, por qué se produjo, cuáles fueron las causas del derrumbe y si alguna persona tiene la responsabilidad para que se le impute el delito.

Además, le solicitó a la Municipalidad el legajo de obras privadas del edificio, su expediente de construcción, antecedentes de infracción, multas e informes para saber si tuvo algún tipo de refracción estructural, a la vez que encargó la realización de informes de siniestralidad de seguridad a expertos de seguridad e higiene.

Otro dato clave que tendrán en cuenta los investigadores es la palabra de las personas que viven en el edificio, ya que así se podrá conocer si hubo desprendimientos anteriores o algún tipo de evento que pudo haber alertado de la tragedia.

“La sociedad en su conjunto, la Municipalidad y los actores judiciales tenemos que generar conciencia de vigilancia en edificios que ya cumplen cierta cantidad de años y que, sumados a la corrosión por el salitre, representan un riesgo latente de derrumbe”, explicó el fiscal Cistoldi.

El trágico siniestro ocurrió el sábado, después de las 14, en el cruce de las calles Puán y Acevedo, del corazón del barrio Punta Mogotes. Ferro y su hija caminaban por ahí cuando se produjo el desmoronamiento de lo que personal de Defensa Civil, Bomberos y de Obras Privadas de la Municipalidad definieron como la parte superior del frente del edificio.

Fuente Crónica 

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