- 31 de diciembre de 2018

Tras la muerte de una mujer de 35 años y su hijita desde la Fiscalía de Delitos Culposos trabajan para determinar el grado de responsabilidad del encargado del consorcio. "Hay que tener en cuenta que es una estructura de 50 años", manifestó el funcionario
Después de la desgracia, comienza la investigación. La
Fiscalía de Delitos Culposos está a cargo de la pesquisa por las muertes de
Agustina Ferro, de 35 años, y su hija Indiana, de tres, quienes fueron
aplastadas, el sábado a la tarde, por los escombros de tres balcones que se
desmoronaron de un edificio en Punta Mogotes. Todo apunta al administrador.
Si bien el fiscal Pablo Cistoldi aún no imputó a ninguna
persona por el incidente, explicó que desde la fiscalía trabajan para
determinar el “grado de responsabilidad” que pudiera existir y en el que el
administrador del edificio podría estar ligado al hecho. “Hay que tener en
cuenta que el arquitecto, o quien lo haya construido, lo hizo hace unos 50
años”, agregó.
El administrador del edificio es Jorge Bianchi, de 58 años,
y está a cargo del consorcio desde hace unas dos décadas. Bianchi no está
imputado pero fue notificado de que está siendo investigado en la causa.
El apuntado aseguró que ya está “completando todos los
requerimientos de la Municipalidad en cuanto al expediente del edificio”,
aunque sobre la tragedia prefirió no hablar alegando estar “muy ocupado”.
Peritajes
El fiscal Cistoldi ordenó la realización de peritajes para
saber cómo sucedió la tragedia, por qué se produjo, cuáles fueron las causas
del derrumbe y si alguna persona tiene la responsabilidad para que se le impute
el delito.
Además, le solicitó a la Municipalidad el legajo de obras
privadas del edificio, su expediente de construcción, antecedentes de
infracción, multas e informes para saber si tuvo algún tipo de refracción
estructural, a la vez que encargó la realización de informes de siniestralidad
de seguridad a expertos de seguridad e higiene.
Otro dato clave que tendrán en cuenta los investigadores es
la palabra de las personas que viven en el edificio, ya que así se podrá
conocer si hubo desprendimientos anteriores o algún tipo de evento que pudo
haber alertado de la tragedia.
“La sociedad en su conjunto, la Municipalidad y los actores
judiciales tenemos que generar conciencia de vigilancia en edificios que ya
cumplen cierta cantidad de años y que, sumados a la corrosión por el salitre,
representan un riesgo latente de derrumbe”, explicó el fiscal Cistoldi.
El trágico siniestro ocurrió el sábado, después de las 14,
en el cruce de las calles Puán y Acevedo, del corazón del barrio Punta Mogotes.
Ferro y su hija caminaban por ahí cuando se produjo el desmoronamiento de lo
que personal de Defensa Civil, Bomberos y de Obras Privadas de la Municipalidad
definieron como la parte superior del frente del edificio.
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