- 18 de noviembre de 2020
El proyecto impulsado por el Frente de Todos tuvo 133 votos a favor contra 115, 19 correspondientes a otras bancadas entre ellos dos radiales: los jujeños Gabriela Burgos y Jorge Rizzotti. Los dos diputados de la izquierda se abstuvieron.
La iniciativa busca recaudar algo más de $300.000 millones
Luego de un extenso debate, la Cámara de Diputados aprobó
durante la madrugada de este miércoles el proyecto de ley de Aporte Solidario y
Extraordinario para aquellos patrimonios que sean superiores a los 200 millones
de pesos.
Según la norma con media sanción y ya enviada al Senado, el
Gobierno busca recaudar alrededor de 300 mil millones de pesos para ser
utilizado con fines sociales y sanitarios, vinculados con la pandemia de
coronavirus.
Con el proyecto se busca recaudar algo más de $300.000
millones para destinar a planes productivos y sanitarios.
El proyecto impulsado por el Frente de Todos tuvo 133 votos
a favor contra 115, 19 correspondientes a otras bancadas entre ellos dos
radiales: los jujeños Gabriela Burgos y Jorge Rizzotti. En la votación hubo dos
abstenciones, ambas de la Izquierda. El debate en la Cámara de Diputados se
prolongó durante 13 horas, luego de haber comenzado a las 14:30 del día martes.
El llamado impuesto a la riqueza debería ser pagado, en caso
de convertirse en ley, por unas 10 mil personas, según los datos aportados por
AFIP.
A raíz del aislamiento preventivo al que se sometió el
presidente de la Cámara baja, Sergio Massa, por sospechas de contagio de
Covid-19 tras una reunión que mantuvo con un representante de la misión del FMI
que contrajo coronavirus, la sesión comenzó siendo presidida por el vice del
cuerpo, álvaro González.
Con la luz verde de las autoridades sanitarias tras el negativo
que arrojó el segundo hisopado, Massa retomó las funciones presenciales en el
Congreso, donde primero se reunió con ministros nacionales y funcionarios, y
luego ocupó su asiento en el hemiciclo del recinto.
La sesión comenzó con un alto grado de tensión con
acusaciones cruzadas entre el oficialismo y la oposición.
Primero hubo un cruce entre Brenda Austin y Cecilia Moreau
sobre los giros de comisión al proyecto de plásticos de un solo uso, y más
tarde los diputados álvaro de Lamadrid y Waldo Wolff plantearon cuestiones de
privilegio contra Massa por no hacer los esfuerzos necesarios para reconducir a
la Cámara de Diputados hacia la presencialidad de sesiones.
El diputado Germán Martínez replicó las críticas y cargó
contra Juntos por el Cambio por considerar que buscaba generar un mal clima
para enturbiar y dilatar el tratamiento del proyecto de grandes fortunas.
"Nosotros no armamos, no planificamos, ni damos golpes
por atrás. Nosotros conversamos de frente. Quiero decir que no vamos a hacer lo
que nos hacían ustedes, cuando había 20 cuestiones de privilegio por sesión, 30
pedidos de apartamiento de reglamento por sesión", contestó el presidente
interbloque de Juntos por el Cambio, Mario Negri.
El clima de conflictividad se aplacó un poco cuando comenzó
el debate concreto del proyecto sobre grandes fortunas, cuya presentación
recayó en el presidente de la comisión de Presupuesto y miembro informante del Frente
de Todos, Carlos Heller.
El economista y autor del proyecto aseguró por
videoconferencia que el proyecto "no está pensado contra personas
determinadas". "Estamos frente a una situación de emergencia que es
lo que le da la situación de excepcionalidad, extraordinario. Y es por única
vez, porque se pretende -con sustento en los principios constitucionales de
solidaridad- alcanzar a personas humanas titulares de grandes fortunas",
afirmó.
Por su parte, Luciano Laspina (PRO) consideró que la
iniciativa impulsada por Máximo Kirchner consagra una "lógica de pegarles
un tiro en los pies de los empresarios que tienen que empujar del carro en la
salida de la pandemia" de coronavirus.
El santafesino dijo que el "impuesto a la riqueza"
es "confiscatorio" porque hay una absorción por parte del Estado de
una parte sustancial de la renta o la propiedad", argumentó. Para Laspina,
"la emergencia no habilita a violentar la Constitución Nacional", y
cuestionó que el aporte "opera como doble imposición respecto del impuesto
que hoy ya rige de Bienes Personales".
En tanto que el jefe de bloque del Frente de Todos, Máximo
Kirchner, cerró el debate donde se dio media sanción al proyecto de ley de
Aporte Solidario y Extraordinario. “Este aporte solidario va a servir para
conseguir más vacunas rápidamente, para que el impacto de la llegada de esa
segunda ola sea lo menor posible. No es tiempo para insultos. Es tiempo para
construir una sociedad que tenga la conducta, voluntad y disciplina necesaria
hasta que la mayoría de los argentinos estén vacunados. Lo que queremos es una
Argentina con argentinas y argentinos vivos y sanos”, sostuvo.
A su turno, el diputado nacional de la UCR Luis Pastori
acusó al oficialismo de practicar "populismo tributario" con el
aporte extraordinario a las grandes fortunas.
"No venimos aquí solamente a oponernos a un muy mal
impuesto. Bregamos por el esfuerzo compartido en el marco de la democracia, con
solidaridad en el esfuerzo, pero sin populismo tributario", aseguró.
El legislador advirtió que el aporte extraordinario a las
grandes fortunas representa una "segunda pandemia" para las pymes y
el empleo, y cuestionó el "sesgo claramente antiempresas y antiinversiones"
del proyecto del oficialismo.
"A la gente más humilde no le preguntaron si podía
aportar más durante esta crisis, ya lo hicieron. Es un momento de elegir a la
patria o al patrimonio", señaló más tarde el diputado del Frente de Todos
Itai Hagman.
Por su parte, Nicolás del Caño justificó la abstención del
Frente de Izquierda al opinar que la iniciativa de impuesto a las riquezas es
el "camuflaje de un ajuste contra el pueblo" que se lo quiere
"presentar como algo revolucionario". "Es un proyecto que
recauda muy poco y es un engaño que intenta ocultar esta farsa", indicó.
Hugo Yasky (Frente de Todos) manifestó: "Con todos los
impuestos que Macri les perdonó no hubo derrame hacia abajo, hubo derrame a los
paraísos fiscales y ahora hay que pagarlo como deuda externa. Reivindicamos
este aporte extraordinario como una salida para los que menos tienen".
En tanto, Graciela Camaño (Consenso Federal) dijo que se
trata de un "impuesto" que se superpondría con la misma base
imponible que ya fija el tributo de Bienes Personales, por lo que genera
"inseguridad jurídica", "pérdida de confianza" y desaliento
de inversiones.
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