- 21 de marzo de 2022
Próximo a ingresar en un limbo, no se alcanzan los 20 miembros para el 16-A. Orden de Macri, "bloquear todo". Distracción del oficialismo casi le da triunfo anticipado.
Amague de nueva ley en el Senado y verdadera negociación en
Diputados para incluir a la Corte. Pelea de abogados UCR-PRO de cara a
noviembre. Activos Gil Lavedra y De Stéfano. Intento para desplazar a Bruglia.
El Consejo de la Magistratura, tal como lo conocemos desde
hace 16 años, está llegando a su fin. En exactos 25 días quedará anulado para
tomar decisión alguna, a menos que se sancione una nueva ley que reemplace la
declarada inconstitucional por la Corte Suprema, o bien que se le agreguen las
7 plazas vacantes –incluida la del presidente del máximo Tribunal- para
adaptarse al formato de 20 miembros de la ley anterior, que data de 1998. Sobre
esto último, hay una certeza: no están dadas las condiciones para que el 15 de
abril se alcance este número, por lo que el riesgo de parate es absoluto.
Muestra de ello fue la última reunión de plenario donde se llegó a arriesgar
que en este lapso que separa del due date fijado por la Corte no se debería
votar ninguna terna más para elevación. Un “shutdown” anticipado.
El jueves, el bloque oficialista sabía que se embarcaba sin
el número para intentar aprobar la terna para la estratégica Cámara Federal de
Comodoro Py. La oposición no solo lo bloqueó, sino que demostró cuánto iba a
jugar al filo, al punto de rechazar el propio dictamen de comisión que contenía
la terna que habían propuesto el abogado larretista Diego Marías y el juez de
Compromiso Judicial Juan Manuel Culotta, dos integrantes del bloque opositor.
Ese dictamen incluía como candidato al actual camarista trasladado Pablo
Bertuzzi y sumando los firmantes a los 7 votos que había juntado el
oficialismo, hubiesen alcanzado los 9. La explicación radica en la orden de un
solo hombre: Mauricio Macri.
El expresidente está jugando un pleno con un ojo puesto en
la próxima elección de abogados pero también en una eventual nueva ley que
incluya una poltrona para la Corte, de cara a las elecciones que renuevan todas
las autoridades del Consejo, en noviembre. Mientras tanto, la desorientación en
el oficialismo –en el marco de la interna desatada entre Cristina de Kirchner y
Alberto Fernández- es absoluta. El mismo jueves vencía el plazo para el cierre
de la lista de candidatas a abogadas para sumarse a la elección del 5 de abril
para cubrir las dos plazas de ese estamento, en la integración de 20. Casi
queda, proclamada en soledad, Jimena de la Torre, la exsubdirectora de
Coordinación Técnico Institucional de la AFIP, que trajinaba tribunales en
reuniones con jueces federales para apuntalar las causas que usaban al fisco
como ariete durante el Gobierno de Macri. El líder del PRO mostró su señorío
imponiendo su nombre por sobre el de cualquier otra candidatura con mejor
perfil.
Eso no explica por qué el día de vencimiento del plazo, el
oficialismo no tenía candidata, lo que hubiese dejado a De la Torre ganadora
sin competir. Torpeza. Sobre el filo, el consejero por los académicos Diego
Molea postuló –en acuerdo con un sector del radicalismo cordobés- a la decana
de la universidad de Lomas de Zamora, María Fernanda Vázquez. Se sulfuró el
sector de La Cámpora que representa el senador y consejero Mariano Recalde que
se arrimó recién sobre el final, reclamando lugares. Logró colar suplencias. La
candidata cuenta con buenos pergaminos: además de su rol académico, fue
vicepresidenta del Colegio de Abogados de Lomas y conjueza de la Suprema Corte
bonaerense. No es un problema de postulantes, sino del acuerdo con un sector de
la UCR. Más internas.
Sin embargo, la competencia –cuyo resultado es incierto de
cara al 15-A- es para medir fuerzas rumbo a noviembre. Por eso es que muchos
radicales sostuvieron por lo bajo que no militarán entre los abogados la boleta
que contenga a De la Torre. Si saca pocos votos, es la excusa ideal para que no
se vuelva a postular en noviembre y sea reemplazada. Sin embargo, el macrismo
viene trabajando fuerte en los Colegios de abogados del interior del país
precisamente para este momento. La ayuda en la gira proselitista el
exsubsecretario de Política Criminal de Germán Garavano, y asesor del Consejo
Martín Casares, a quien un sector del kirchnerismo le atribuyó falsamente ser
el hermano de uno de los principales secretarios letrados de Carlos Rosenkrantz.
Sin tensar, por ahora, la UCR tiene en gateras al
expresidente del Consejo Miguel Piedecasas, en la mira de la sucesión. La
guerra silenciosa es, en definitiva, entre la UCR y el PRO que siempre usó la
estructura de los primeros para encaramar a sus candidatos. Podría pasar que
prime un sector radical que tiene vocación de poder. Por eso es tan relevante
lo que ocurra en otras elecciones. Las del Colegio Público de Abogados de la
Capital Federal, el 26, 27 y 28 de abril, donde el armador de un frente
opositor a Jorge Rizzo no es otro que Ricardo Gil Lavedra, el exasesor externo
de AFIP, excoordinador del programa Justicia 2020 pero siempre abogado en casos
donde se juegan altísimos honorarios. EL CPACF es el trampolín para el Consejo.
Eso lo sabe el ratificado director de SBASE y exdirector de Asuntos Jurídicos
de la AFI, Juan Sebastián De Stéfano, a quien los procesamientos por todo tipo
de espionaje ilegal no le han impedido moverse activamente para el “rosqueo” de
listas. Solo ha debido volar más por debajo del radar. ¿Qué diría Elisa Carrió
de esta extraña sociedad? Gil Lavedra la llamó “Ralph, el demoledor”, años
atrás.
Nadie le preguntó a Horacio Rodríguez Larreta qué preferiría
él. Seguramente también mirará la elección para calcular las chances que puede
tener en noviembre Genoveva Ferrero, actual secretaria de Administración del
Poder Judicial de CABA, que ingresa como firme aspirante, aunque todavía no se
sepa qué será del Consejo para cuando haya que renovar autoridades.
La activación en el Congreso de la discusión por el proyecto
gubernamental para el Consejo de la Magistratura prevista para esta semana debe
ser tomada con pinzas. No solo deberían definir las autoridades para las
comisiones, discutir un dictamen, llevarlo al recinto y aprobarlo. La
iniciativa va en contrario con la estrategia legislativa que otro sector del
oficialismo había preparado para Diputados, con el objetivo de que la ley tenga
un haz de luz en sus posibilidades. En el PJ lo consideran un test para
verificar si Cristina –tras la tensión por el FMI- cuenta con los votos
suficientes para aprobarlo y remitirlo a Diputados. En esa Cámara, la discusión
es otra: qué cambiar del proyecto oficial para atraer a la oposición. La moneda
de cambio es la silla para la Corte. Mario Negri, Ernesto Sanz y Macri lo
reclaman. Rodríguez Larreta quiere cualquier cosa que le permita un fallo
favorable por la coparticipación. Que integre pero no presida puede ser la
llave para destrabar la negociación. En la hoja de ruta, ese cambio que
descuentan en sectores del peronismo, debería ir de regreso al Senado.
Volviendo a la realidad del Consejo podría quedar un nuevo
plenario por delante donde la discusión pasará por la responsabilidad
institucional que asumen los consejeros por un cierre anticipado y sobre todo
sin perspectivas de solución. Quien se convierte de nuevo en un gran decisor es
el gobernador de Jujuy Gerardo Morales a través de las señales que envía su
consejera Silvia Giacoppo. En los pasillos se menciona la posibilidad de que
atento a que se cumplió con todos los pasos administrativos del concurso para
la Cámara de Comodoro Py y que el bloqueo es absoluto, se debiera extender un
pedido para que la Cámara de Casación tome una resolución respecto a la
permanencia de Leopoldo Bruglia y lo reemplace ya que es habría cumplimentado
la garantía de que pueda concursar y el proceso –en lo que hace a la selección-
está culminado. De otra forma, la encerrona es total, lo que extiende la
sobrevida de los camaristas trasladados. Nuevamente, un problema político.
Mientras tanto, todo se asoma a un limbo jamás transitado.
Ni siquiera para toquetear los reglamentos. Cuando el actual Consejo se
convierta en calabaza, dejaría –en teoría- de existir la Comisión de
Reglamentación que preside Graciela Camaño, que no estaba contemplada en el
formato de 20. La elección del representante académico está prevista para el 18
de abril. Algunos ya están pensando en un decreto de emergencia para que, al
menos, se garantice el pago de sueldos del Poder Judicial.
Fuente: ámbito
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