- 02 de enero de 2019

En un desprendimiento de la causa que investiga el pago de coimas por parte de empresarios a funcionarios durante el kirchnerismo, ahora la lupa está puesta en la remisería de San Fernando y el dinero que recibió de parte del Ministerio de Planificación
El boomerang desatado por la causa de los cuadernos de la
corrupción dejó efectos colaterales: la Justicia comenzó a investigar por qué
el Gobierno argentino le pagó más de 66 millones de pesos, a partir de 2007, a
la remisería en la que trabajaba Oscar Centeno, el autor de las anotaciones que
dispararon la investigación por la que la ex presidenta Cristina Kirchner y el
ex ministro Julio De Vido están procesados como líderes de una banda que
recaudaba coimas entre empresarios de la obra pública.
Fue así que un fiscal solicitó una batería de medidas a
diferentes organismos oficiales para determinar cuánto facturaba la agencia de
remises, qué autos prestaban servicios, qué cuentas bancarias tenían y si
tenían empleados en blanco, de acuerdo indicaron a Infobae fuentes judiciales.
Se trata de una ramificación que se abrió a raíz de la causa
de los cuadernos. Según el dictamen al que accedió Infobae, el fiscal Eduardo
Taiano abrió una causa y le pidió al juez federal Marcelo Martínez De Giorgi
que lleve adelante una serie de diligencias para investigar a la empresa
Transcom Service SA, una agencia de remises ubicada en San Fernando que entre
2007 y 2015 facturó "la suma de $66.111.531,56 en virtud de los presuntos
servicios de transportes brindados al entonces Ministerio de Planificación
Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación".
Uno de esos autos era conducido por Centeno, que se
encargaba de trasladar a Roberto Baratta, ex secretario de Coordinación de la
cartera. Sus viajes fueron los que quedaron relatados por Centeno, en donde se
hablaba de entregas y retiros de dineros que vincularon a funcionarios y empresarios.
Las copias de esas anotaciones llegaron a manos del fiscal Carlos Stornelli,
vía el periodista Diego Cabot, de La Nación, que recibió ese material de parte
de un militar, por entonces amigo de Centeno, que las tenía en custodia.
Cuando el caso explotó mediáticamente el 1 de agosto, el
chofer, que confesó que quemó los cuadernos, se convirtió en arrepentido y pasó
a formar parte del programa de protección de imputados-colaboradores. Está
procesado como partícipe de la banda de los cuadernos que habría liderado
Cristina Kirchner y que estuvo organizada, según la Cámara Federal, por De
Vido, Baratta, el ex secretario José López, el financista Ernesto Clarens y el
empresario Carlos Wagner.
Fue la ex esposa de Centeno, Hilda Horovitz, la que puso en
la mira la agencia de remises. "Sospeché que Centeno se quedaba con dinero
porque un simple chofer no puede hacer todo lo que hizo. Pasar de remisero a
todo lo que hizo, tener una agencia propia. Me decía que le tiraba migajas
Roberto Baratta. él las guardaba en la caja fuerte, pero yo nunca lo vi –dijo
en declaraciones a la prensa al comienzo del caso-. Empezó como chofer y
después arrancó a comprar autos, no sé cómo hizo. Después hizo que yo sea dueña
de la remisería, que me fui dando cuenta más tarde. Yo no recibía plata".
Como testigo ante el juez Claudio Bonadio, Horovitz contó
que fue instada a sacar préstamos para comprar cuatro autos que él puso a
trabajar para el ex Ministerio de Planificación. Además, Jorge Bacigalupo, el
ex amigo de Centeno que colaboró con la difusión de los cuadernos, también
habría tenido al menos un auto a nombre suyo, adquirido por Centeno.
La remisería bajo la lupa y los documentos que se buscan
En ese marco, Bonadio extrajo testimonios y ordenó analizar,
en una causa aparte, si había delitos. Con la intervención del juez Martínez De
Giorgi, el fiscal Taiano impulsó una investigación aunque, por el momento,
evitó pronunciarse sobre quiénes son los
imputados en esta causa. "El devenir de la investigación permitirá
identificar fehacientemente a los responsables de los hechos denunciados",
señaló en el escrito a que accedió Infobae.
No solo pidió la facturación oficial de la remisería sino
una serie de diligencias, entre las que se considera el testimonio de Horovitz
y todas las actuaciones vinculadas a "Transcom Service SA" en la
causa de los cuadernos.
Primero, Taiano dispuso requerir al Ministerio de Energía de
la Nación que remita la totalidad de antecedentes que vinculen al entonces
Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios con la
agencia de remises, especialmente los originales de los expedientes donde se
haya tramitado la contratación de la empresa.
La fiscalía reclamó también que la Dirección General de
Administración Financiera del ex Ministerio de Economía remita las facturas
emitidas a favor de la firma "Transcom Service SA", en función de los
servicios de transporte que fueron prestados al entonces Ministerio de
Planificación.
El dictamen incluyó el pedido a la Inspección General de
Justicia sobre el legajo de la agencia de remises. "Particularmente, se
deberá enviar copia de los trámites de su constitución, estatutos societarios,
designación de autoridades (con los datos personales con que se cuente),
concesión de poderes especiales o generales, cambios de autoridades o sede
social, objeto social, ampliación de capital, información sobre cuentas
bancarias, todos los balances contables presentados a la fecha, etc", se
detalló, según precisaron las fuentes a este medio.
Además, Taiano busca que la AFIP envíe a Comodoro Py 2002
"todas las declaraciones juradas presentadas por 'Transcom Service SA'
desde el año 2003 hasta la fecha", con detalles de declaraciones juradas,
"el padrón E-Fisco, lista de proveedores, empleados en relación de
dependencia y un informe pormenorizado de toda la facturación" oficial al
ministerio que conducía De Vido.
Otros de los requerimientos fue dirigido a la Dirección
Nacional de los Registros Nacionales de la Propiedad Automotor y Créditos
Prendarios, para que "informe los dominios registrados a nombre de la
empresa y sus integrantes, debiendo en su caso remitir copia de los legajos B
correspondiente a esos vehículos".
Al Banco Central, en tanto, se le ordenó que "libre una
circular a todas las entidades bancarias y financieras para que informen las
cuentas corrientes, cajas de ahorro común y/o especial en moneda de curso legal
y extranjera que estuvieran registradas a nombre de la empresa Transcom Service
SA y sus integrantes".
Así, según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, se
buscan nombres de "todas aquellas personas autorizadas para operar con
esas cuentas", "si se
realizaron giros de dinero al exterior" y si tenían plazos fijos, en qué
moneda y desde cuándo.
Los últimos puntos del dictamen le reclaman a la Unidad de
Información Financiera (UIF) que informe si la remisería tuvo reportes de
operaciones sospechosas y, de ser así, los detalles; y a la Administración
Nacional de la Seguridad Social (ANSeS) que precise la nómina de personas que
recibieron aportes de la empresa.
Fuente infobae
COMENTARIOS
No han dejado comentarios
Escriba su comentario