- 13 de mayo de 2025

En los primeros días de ese mes habrá pagos de bonos por USD 4.300 millones. Para evitar un salto cambiario, el Tesoro comprará esas divisas al BCRA con los pesos del superávit fiscal
El Ministerio de Economía tendrá que sumar unos USD 1.500
millones para alcanzar a cubrir el pago de vencimientos de deuda en moneda
extranjera de los primeros días de julio, algo que realizará no por la vía de
compras en el mercado para evitar un salto en la cotización, sino al Banco
Central con los pesos del superávit fiscal.
De acuerdo a los últimos datos actualizados de la autoridad
monetaria, el Tesoro tiene en su cuenta corriente en dólares unos USD 2.752
millones acumulados, una cifra que hasta hace una semana era superior a los USD
15.400 millones pero que cayó cuando el Gobierno concretó la operación de deuda
interna de cancelación de Letras Intransferibles. Economía le transfirió USD
12.000 millones al BCRA, que sumó así reservas netas, aunque las brutas se
mantuvieron en el mismo nivel.
De acuerdo a estimaciones de mercado, las obligaciones de
pago de Bonares y Globales de julio próximo rondan los USD 4.300 millones, por
lo que la distancia hasta tener cubiertos esos pagos es de algo más de USD
1.500 millones. El equipo económico ya anticipó que ni el Banco Central ni el
Palacio de Hacienda comprarán dólares al mercado mientras el tipo de cambio
flote en el centro de la banda, sino que solo lo harán en momento que toque el
piso, aún cuando eso está contemplado en el acuerdo con el Fondo Monetario.
De todas formas, para evitar la emisión de pesos como
contrapartida, el Poder Ejecutivo decidió restringir esas compras solo al piso
de la banda, algo que en los despachos oficiales descuentan que sucederá en
esta época del año, en la que estacionalmente se liquida -entre mayo y julio-
más del 40% de la cosecha gruesa, en promedios históricos.
La postura inflexible despertó algún cuestionamiento de
economistas, entre ellos de Domingo Cavallo, que sostuvo que fortalecer con más
divisas a las arcas del BCRA aceleraría la caída del riesgo país, pero desde el
Ministerio de Economía respondieron que “el mandato del presidente es bajar la
inflación, no comprar reservas”.
De todas formas, ese límite a la adquisición de moneda
extranjera en el mercado también se extenderá al Tesoro. Una compra de USD
1.500 millones en seis semanas podría implicar una presión a la cotización del
dólar unificado. De esa forma, la alternativa que le quedaría es comprarle los
dólares al Central con los pesos de excedente fiscal.
Un informe de la consultora LCG así lo analizó: “Si (el
Tesoro) tuviera los pesos para pagar la deuda, igualmente necesitaría comprar
dólares para hacer frente a los pagos, y esos son montos muy grandes para
meterse en la pantalla del mercado sin más", explicó. “Frente a un
vencimiento fuerte, la demanda de dólares del Tesoro podría llevar rápidamente
el valor de la divisa hasta el límite del acuerdo”, agregó.
“Por eso sigue siendo válido que Argentina debe continuar
hacia una estrategia de superávit de cuenta corriente de la balanza de pagos,
vendiendo más bienes y servicios de los que compra del exterior, y que la
diferencia se vaya guardando en cuentas dolarizadas del BCRA (reservas)”,
concluyó.
Por su parte, Adcap Grupo Financiero planteó que “existe un
claro trade-off entre priorizar la acumulación de reservas y sostener el
proceso de desinflación, y el Gobierno ha optado por lo segundo", en
referencia a la restricción de acopio de dólares en el Central solo en el
escenario de mayor apreciación de las bandas de flotación.
“Dado que las compras de divisas sólo ocurrirían si el tipo
de cambio toca el piso, los precios de mercado deberían favorecer a los bonos
en pesos (medidos en dólares) por sobre los bonos en dólares (que requieren
acumulación de reservas). La estacionalidad juega a favor de esta estrategia:
los dólares de la cosecha en mayo podrían llevar el tipo de cambio hacia los
$1.000′, amplió.
Sobre el dilema de acumulación de reservas o desinflación,
el Gobierno planteó una diagonal: el acuerdo con el FMI permite contabilizar
como dólares acopiados aquellos conseguidos con emisiones de deuda en el
mercado. No solamente aquellas colocaciones en dólares en la plaza
internacional, hoy algo vedado por el nivel de riesgo país, sino también en el
mercado doméstico.
El equipo económico planteó que tiene dentro de las opciones
en consideración la emisión de un bono del Tesoro en pesos que se suscribe con
dólares, o incluso directamente en moneda extranjera. El BCRA también tendrá
sus propias colocaciones: se espera para los próximos días la concreción del Bopreal
4, que le servirá para absorber pesos y que dará a cambio un título de deuda
del Central en dólares.
Y también una ampliación del préstamos Repo con cinco bancos
privados, por unos USD 2.000 millones. Parte de esas colocaciones podrán ser
contabilizadas en la meta de acumulación de reservas, según está previsto en el
programa con el FMI.
Por lo pronto, el Tesoro tendrá esta semana una operación de
deuda en la que afrontará 5,5 billones de pesos, según estimó un informe de
Puente. La Secretaría de Finanzas informó el lunes por la tarde que pondrá a
disposición de los inversores una serie de opciones: cuatro Lecaps con
vencimientos en junio, julio, agosto y noviembre; una Boncap a enero de 2026;
un título atado a tasa de interés de plazos fijos mayoristas a abril del año
próximo y un Boncer cupón cero indexado a inflación a octubre del 2026.
También habrá una oferta para canjear el Boncer que vence a
fines de junio por uno Dual que pagará la mejor tasa que resulte a diciembre de
2026 entre una tasa fija de Lecaps o la mayorista de plazos fijos.
Fuente: Infobae
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