- 18 de septiembre de 2022
La Secretaría de Comercio Interior tiene una tarea difícil en un año en el que los precios quizás aumenten a un ritmo de tres cifras. Cómo trabaja el Estado para apaciguar las subas.
Un control de precios en un país en el que la inflación
podría llegar al 100% este año es casi como intentar frenar una gotera con una
curita. Los datos lo demuestran: solo en ocho meses, la Secretaría de Comercio
Interior realizó 14.506 relevamientos para verificar el cumplimiento de los
acuerdos de precios y, aun a pesar del trabajo duro de los agentes, la “guerra”
que anunció el Presidente parece perdida.
Según datos oficiales, hay 53 agentes de la Dirección de
Inspecciones (25 inspectores y 28 relevadores) abocados a verificar el
cumplimiento del programa de Precios Cuidados. Velan por que el stock y los
precios a los que se ofrecen los productos sean los correctos.
Sin embargo, no solo se encontraron con que los niveles de
cumplimiento de stock de Precios Cuidados están en los más bajos en dos años
(64,5% fue el último dato, contra casi un 90% en septiembre de 2020), sino
también con la dificultad propia de un país que está pasando por un proceso de
“súper inflación”.
En otras palabras, el Gobierno sabe bien que los acuerdos y
controles de precios de poco sirven con tasas de inflación mensual del 7%, pero
avanza igual con la renovación del programa Precios Cuidados y con la
posibilidad de generar algún tipo de alternativa para los comercios de
proximidad. Peor es nada.
¿Por qué es tan difícil controlar los precios de los
alimentos? Porque la mayor parte de las compras -se habla de seis de cada 10-
se realiza en comercios de proximidad, que se abastecen de intermediarios que
le aplican su propio margen, y además no tienen tantos controles diarios como
los supermercados. También está el inconveniente de los frescos, aquellos
productos que no tienen un código rastreable, como las verduras y las carnes.
Mientras tanto, por el despacho de Matías Tombolini, el
secretario de Comercio Interior, por estos días están pasando los
representantes de las empresas de consumo masivo para negociar la renovación de
Precios Cuidados, que vence a principios de octubre. La intención, confirmaron
fuentes oficiales, es coordinar una canasta de entre 400 y 600 productos (casi
la mitad de la cantidad actual) con valores que le den más márgenes a las
empresas.
El objetivo es que no se verifiquen tantos niveles de
desabastecimiento como los que se ven ahora. Sucede que, al haber una
diferencia grande entre los valores de los productos que están en Precios
Cuidados y los que quedaron fuera del programa, conseguir un bien con el sello
es más atractivo. Si la velocidad de reposición no llega, o no hay suficiente stock,
se pueden verificar faltantes en las góndolas.
Respecto de las canastas de proximidad, la meta es lograr
que las provincias ejecuten y mejoren sus propias canastas provinciales con
ayuda de los productos de Precios Cuidados como referencia a la hora de
negociar con las empresas y los supermercados. Además, Comercio convocará a los
mayoristas para intentar generar algún acuerdo, ya que son los proveedores de
los comercios de proximidad.
El jefe de Gabinete, Juan Manzur, señaló en su informe que
el Gobierno trabaja además en desarrollar una canasta de productos pyme para
comercios chinos.
Mientras tanto, la inflación no da tregua. Ya acumula un 56%
en lo que va del año y se encamina a uno de los peores números anuales desde la
salida de la hiperinflación. Según datos de la consultora Empiria, si los
números mensuales siguen de aquí a fin de año en el orden del 5%, el valor a
fin de año podría llegar al 90%. Si la tasa es del 6%, en cambio, sería del
98%. Y, si se mantiene en el 7%, del 105%.
Fuente: TN
COMENTARIOS
No han dejado comentarios
Escriba su comentario