- 27 de enero de 2023
Se trata de un par de vencimientos del lunes y jueves. Ocurre mientras el BCRA sigue con problemas para acumular dólares y aún no se confirmaron los créditos Repo.
En el mercado se sabía de antemano que el verano iba a ser
complicado desde el punto de vista cambiario, hasta la llegada de los dólares
de la nueva cosecha. En un escenario en el que Banco Central está demostrando
nuevamente problemas para acumular reservas, el Gobierno argentino va a tener
que afrontar entre el 30 de enero y el 2 de febrero un par de pagos al Fondo
Monetario Internacional (FMI) por un total de casi $1.400 millones.
El próximo lunes la Argentina le abonará al organismo
internacional u$s685 millones de amortización y el jueves de la semana entrante
otros u$s691 millones en concepto de intereses, más otros importes menores,
todo en un contexto en el que es palpable la escasez estacional de divisas. En
las primeras 19 ruedas del mes en el Mercado único y Libre de Cambios (MULC) la
entidad quedó con un saldo vendedor de u$s48 millones luego de un buen arranque
con el cual había llegado a acumular unos u$s6.000 millones de reservas netas.
Argentina afrontará estos compromisos ante la entidad que
preside Kristalina Georgieva con sus propias reservas, mientras aguarda que le
desembolsen u$s5.562 millones de la primera revisión del año, que se prevé para
marzo.
Para superar la coyuntura, en el Palacio de Hacienda tratan
de apurar créditos tipo REPO de al menos dos bancos internacionales y un fondo
soberano por unos u$s2.500 millones. Según trascendió, estos acuerdos estarían
a punto de firmarse, aunque en el mercado los operadores quieren ver que se
concrete. Recuerdan que al llegar al Ministerio de Economía en julio, Sergio
Massa asumió anunciando que tenían prácticamente arreglados estos acuerdos.
Pero ya pasaron más de cinco meses y eso no se concretó.
Sería el salvavidas más próximo que tiene ahora Massa para
seguir flotando en el verano hasta que lleguen nuevas divisas. Al respecto, se
indicó que los REPO iban a servir para financiar la recompra de bonos que
anunció el titular del Palacio de Hacienda por u$s1.000 millones. De eso ya
llevaba destinados u$s300 millones y hay quienes creen que, luego de las
críticas de inversores y agencias de calificación, el Gobierno podría suspender
la operatoria.
De acuerdo con un análisis de la Oficina de Presupuesto del
Congreso, este año la Argentina va a tener un flujo negativo con el FMI de
u$s3.500 millones. Es decir, va a tener que hacer pagos netos. Y además de
ello, tendrá que acumular otros u$s4.800 millones a las reservas.
En marzo, cuando se discuta nuevamente la marcha del
Programa de Facilidades Extendidas, las autoridades argentinas seguramente
volverán a pedir al organismo que revea las metas de acumulación debido al
efecto de la guerra en Ucrania sobre el precio de los combustibles a nivel
internacional. Sería una jugada de máxima tratar de que el FMI revise
nuevamente para abajo las metas de acumulación. Ya lo hizo en 2023, de u$s5.800
millones la redujo a u$s5.000 millones.
Pero también hay un elemento a tener en cuenta. Si el
gasoducto Néstor Kirchner queda listo para este invierno, el Gobierno va a
poder hacer un ahorro muy importante de divisas por menores importaciones. El
año pasado se fueron por esa vía unos u$s12.300 millones.
El economista Agustín Monteverde, asesor académico de la
Fundación Libertad y Progreso, planteó al respecto que ya con los pagos que
tenga que hacer la semana entrante “las reservas líquidas van a quedar
prácticamente agotadas”. Consideró que la entidad va a estar ya pagando con
“fondos que no le son propios” porque a su entender estará usado dólares de
depósitos de ahorristas o del Seguro de Depósitos (SEDESA).
Fuente: ámbito
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