Que Mauricio Macri fue un presidente con aciertos y errores, es tan obvio como que el agua moja.

Y es tan cierto como decir que de 38 años a esta parte del retorno de la Democracia, el Peronismo / Menemismo / Duhaldismo / Kirchnerismo / Cristinismo y actualmente el Cristinismo / Camporismo gobernaron 27 de esos años, el resto simplemente se dedicaron a erosionar al gobernante de turno.

Sin embargo y fiel a su militancia de simples slogans el Frente de Todos (peleados) pregona, Macri, la Oposición, el FMI, los Antipatria, los Medios, como esa canción infantil…los zapatitos me aprietan, las medias me dan calor, antes decían que la Patria era el otro, hoy la culpa es el otro, siempre.

Caer en la perorata de la portavoz Cerruti donde cotidianamente reparte culpas a diestra y siniestra, es el mismo simplismo histórico con el que nos quiere engañar la Dip. Nac. Carolina Moisés, su análisis económico de la realidad, bastante básico por cierto, se olvida de ciertos condimentos que conforman la inexistencia de un plan económico, no para acordar con el FMI, sino que resuelva los problemas cotidianos de los argentinos.

Parafraseando a Bill Clinton y su célebre “Is the Economy Stupid” en 1992 durante la campaña presidencial, ahora le podríamos decir “Es la Política Alberto”, entender que la Economía es independiente de la Política es un error conceptual grosero y que las señales que envía el Gobierno, el oficial y el real, a los mercados son bastante preocupantes e intervencionistas, a saber:

           El descontrol inflacionario, que Guzmán plasmó en 29 % y hoy es casi el doble.

           El populismo estatista que revolea planes sociales, heladeras, plata para ir al cine para los más jóvenes para garantizar no un resultado de política social, sino un resultado electoral.

           El intervencionismo estatista del Instituto Patria sobre la exportación de Carnes y granos, que generó, desempleo, pérdida de mercados, ventajas competitivas para competidores directos (Brasil, Uruguay, Paraguay).

           El plan de control de precios que quisieron realizar los 2 primeros años de gestión similar al del ex Secretario Guillermo Moreno, aprietes, gritos, que ahora perfeccionan con Feletti.

           La alineación ideológica internacional que aleja al País de los mercados de inversión y financiamiento, Venezuela, Irán, Nicaragua, Cuba, la pelea con los vecinos Brasil, Uruguay, Chile y el ninguneo a Paraguay, potenciada por la alianza como socios estratégicos de Díaz Canel, Maduro y Evo Morales.

           La impunidad con que los tribunales federales y jueces sospechosamente expeditivos revolean sobreseimientos en causas con amplio volumen probatorio y la suelta masiva de condenados y procesados en causas de corrupción kirchnerista.

           El apriete y la extorsión al que someten cotidianamente al Presidente, la vicepresidenta, funcionarios, movimientos sociales, La Campora y el fuego amigo de periodistas militantes, sumados a la puesta en escena del día post PASO que hirió de muerte al Frente oficialista.

           El constante y permanente hostigamiento a la clase media, que no los acompaña electoralmente, con medidas como el cepo al dólar, la incoherente medida de prohibir el pago con tarjetas de vuelos internacionales que estalló por el aire los precios del mercado local y duplicó el valor de los vuelos de cabotaje, hasta el gravamen sobre las plataformas de streaming. La clase media es cada vez más acotada y más perjudicada por este gobierno.

No poder controlar la inflación, con cepo al dólar, control de precios, prohibición de exportaciones, habla más de las incapacidades propias que de las culpas ajenas, pero es más fácil resumirlo en AHHHH PERO MACRI…

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