El paciente explicó que ese era su remedio para aliviar el dolor de espalda. Lo hizo durante 18 meses.

La mayoría de médicos han visto de todo a lo largo de su carrera. Pero esta última historia es una de las más rocambolescas de los últimos tiempos. Ha ocurrido en Irlanda. Un hombre ha sido hospitalizado después de intentar calmar su dolor de espalda crónico inyectándose su propio semen en el brazo.

La sorpresa ha sido tal entre los medios, que el Irish Medical Journal ha hecho un estudio propio, en el que da detalles de qué ocurrió. Al parecer, el individuo pidió ayuda médica por un “dolor lumbar severo y repentino” tras “levantar un objeto de acero pesado tres días antes”.

En el examen médico, los doctores se percataron de que algo extraño ocurría en el brazo del paciente, pues estaba rojo y exageradamente hinchado. El paciente acabó revelando que su remedio casero para el dolor de espalda era inyectarse su propio semen en el brazo una vez al mes.

Llevaba haciéndolo 18 meses, algo que alarmó al sanitario. Por si fuera poco, la aguja que utilizaba la compró por internet y no cumplía con la higiene adecuada. Las radiografías de a zona afectada revelaron un enfisema subcutáneo, un problema que surge por la penetración de aire en los tejidos subcutáneos y por lo que tuvo que ser intervenido.

Los médicos todavía se preguntan cómo se le ocurrió semejante idea. Además, indican que este caso muestra los riesgos que conlleva “la experimentación médica antes de realizarse una investigación clínica extensiva”.

El Dr. L Dunne, que llevó a cabo una revisión exhaustiva sobre la inyección de semen intravenoso para el tratamiento del dolor de espalda, así como para otros usos médicos y no médicos, asegura que «aunque hay un informe sobre los efectos de la inyección subcutánea de semen en ratas y conejos, no se encontraron casos de inyección de semen intravenoso en humanos en toda la literatura». «Los intentos de inyección intravenosa y arterial de sustancias nocivas -continua- como el mercurio, la gasolina, el líquido encendedor de carbón, el ácido clorhídrico y el hidrocarburo, están bien descritos y, por lo general, se realizan en un intento de suicidio, en oposición al caso detallado, en el que el paciente intentaba aliviar las molestias físicas». Así, asegura que se trata del «primer caso descrito de inyección de semen intravascular y absceso asociado en la literatura médica» del que destaca «los peligros de la punción venosa cuando la realiza una persona no capacitada, así como los riesgos vasculares y de tejidos blandos que rodean el intento de inyección de sustancias no destinadas para uso intravenoso. El caso también demuestra los riesgos relacionados con la experimentación médica antes de una investigación clínica extensa en forma de ensayos en fases que incluyen evaluaciones de seguridad y eficacia».

Fuente: La Vanguardia

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