- 18 de julio de 2022
Los principales referentes de la coalición opositora se encontrarán este martes en la Ciudad de Buenos Aires. Buscan una muestra de unidad frente a la interna oficialista y descartan abrir un diálogo con el Ejecutivo.
“Prudencia, prudencia y prudencia”: la crisis política que
atraviesa el Gobierno, en un clima de inestabilidad económica, es seguida con
preocupación en la oposición. El martes, Juntos por el Cambio volverá a reunir
a su Mesa Nacional. En un equilibrio delicado, la coalición busca una postura
firme, pero evitar darle argumentos al oficialismo y a sus acusaciones de
“golpismo”. El diagnostico opositor, sin embargo, es alarmante: Alberto
Fernández ya no gobierna.
La reunión será presencial y amplia. Participarán los cuatro
presidentes de los partidos que componen JxC: Patricia Bullrich (PRO); Gerardo
Morales (UCR); Miguel Pichetto (Encuentro Republicano Federal) y Maximiliano
Ferraro (Coalición Cívica). Se espera la presencia de los jefes parlamentarios,
del mandatario porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y del expresidente Mauricio
Macri, que regresará el lunes al país tras su viaje a Suiza y Francia.
En la sede del PRO, en la Ciudad de Buenos Aires, los
referentes opositores buscarán dar una muestra de unidad en contraste a la
disgregación oficialista; continuarán con el análisis del programa de Gobierno
consensuado para el 2023, que elaboran las cuatro fundaciones partidarias, y
discutirán la elaboración de listas únicas en provincias en las que no existen
las PASO, algunas de las cuales comenzarán a tener elecciones a inicios del año
que viene.
Juntos por el Cambio reúne a su Mesa Nacional: “La crisis es
responsabilidad del Gobierno”
Desde la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía
y la nueva crisis política que abrió en el Gobierno, Juntos por el Cambio
emitió dos comunicados. El domingo pasado, Bullrich, Pichetto, Morales y
Ferraro compartieron un Zoom. El mensaje fue similar en ambos casos: un reclamo
de responsabilidad al Gobierno, un llamado a terminar con sus luchas internas y
un intento por dejar en claro que el problema, y su solución, es responsabilidad
exclusiva del oficialismo.
En Juntos por el Cambio existe un diagnóstico compartido: el
quiebre del Frente de Todos es irreversible, Alberto Fernández ya no gobierna
(como lo expresó claramente Elisa Carrió), la situación política y económica es
delicada, rayana a lo insostenible, y los candidatos de la coalición deben
limitar las señales de “campaña” anticipada.
De hecho, en las últimas semanas, los presidenciables
redujeron los niveles de enfrentamiento interno, aunque no frenaron sus
recorridas y el trabajo en sus armados políticos.
“Tuvimos hasta ahora una conducta totalmente institucional y
lo hemos demostrado. No vamos a entrar en el juego del oficialismo sobre si
empujamos o no empujamos, nosotros tenemos que mostrar que estamos unidos y
contar muy claramente cómo vamos a resolver los problemas”, señalaban en el ala
dura PRO.
“Mucha cautela y responsabilidad por la fragilidad
institucional”, plantean en el larretismo.
“La situación de peligro es de ellos. La responsabilidad o
irresponsabilidad es del oficialismo, no nuestra”, dijo el presidente de la
Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, a TN.
“La decisión de no empujar está siempre, ser responsables, a
diferencia de lo que hubieran hecho ellos. Pero es un problema político del
Gobierno, se tienen que entender entre ellos”, sostienen, en el mismo sentido,
cerca de Gerardo Morales.
“La situación se tiende a agravar, es un dispositivo de
relojería atado a una bomba. En este escenario, había que tener una cuota
mínima de responsabilidad y prudencia. Hemos planteado los temas públicamente.
En un marco prudente, el martes vamos a juntarnos. La oposición tiene que fijar
una postura muy clara”, advierte, por su parte, el peronista Miguel Pichetto.
Hace una semana, tras la renuncia de Martín Guzmán, Cristina
Kirchner encabezó un acto en El Calafate y llamó, con su estilo, a un “acuerdo
nacional”, discurso que replicaron luego diversos dirigentes oficialistas.
En algunos sectores de la coalición opositora se encargan de
remarcar los peligros de ser víctimas de una “mancha venenosa”. En ese sentido,
los referentes de Juntos por el Cambio dejan en claro que no jugarán al ritmo
del oficialismo.
“Ni el Gobierno invita realmente al diálogo, ni nosotros
pensamos salir a proponerlo. No vamos a entrar en esa lógica, no hay que hablar
de cosas que nadie habla, ni nadie invita, porque no se pueden convocar ni
entre ellos mismos”, advertía uno de los dirigentes más cercanos a la titular
del PRO, Patricia Bullrich.
“Hay un escenario de inviabilidad generado por el odio que
impulsó el propio Gobierno, eso hace imposible un mecanismo de diálogo para
cualquier compromiso de salida. La Argentina tendrá que votar el año que viene,
y el Gobierno que emerja tendrá que actuar y encontrar mecanismos de acuerdo”,
consideró Pichetto.
Como el oficialismo, la oposición está atravesada por otro
problema en lo inmediato. La mayoría de las encuestas señala un creciente malestar
con la dirigencia política en general. En ese sentido, reconocen en la
coalición opositora, alejarse de la crisis y mantener una postura “prudente” se
torna aún más desafiante.
Fuente: TN
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