- 30 de diciembre de 2020
El Senado de la Nación transformó en la madrugada de este miércoles en ley la Interrupción Voluntaria del Embarazo, que legaliza el aborto en el país por decisión de la mujer hasta la semana 14.
El Senado convirtió hoy en ley la legalización del aborto,
en una histórica sesión que fue seguida por miles de manifestantes y colectivos
de mujeres de todo el país y en la cual también se sancionó el Plan de los 1000
días de cuidado integral de la salud durante el embarazo y la primera infancia.
Con los apoyos de senadores oficialistas y opositores, el
proyecto sobre el aborto se transformó en ley en una votación crucial que deja
al Gobierno con una de sus promesas de campaña saldadas en el cierre de su
primer año de gestión y una victoria legislativa de cara al ciclo electoral que
se avecina.
El "si" a la legalización del aborto (mediante el
proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo) hasta la semana 14 de
gestación se impuso por 38 votos afirmativos y 29 negativos y una abstención,
tras un acuerdo alcanzado con algunos senadores indefinidos para retoques en el
texto al momento de la promulgación, en una sesión que comenzó el martes y se
extendió durante 12 horas.
Así, la Cámara tradicionalmente más conservadora del
Congreso, que frenó hace dos años la misma iniciativa por 38 votos contra 31,
logró esta vez darle luz verde a una ley que prioriza el derecho de la mujer a
decidir sobre su cuerpo por sobre las objeciones basadas en los preceptos
constitucionales de defensa de la vida desde la concepción.
El suspenso sobre el resultado se mantuvo en el Senado hasta
el último minuto y la opción por el "sí" al aborto se definió
finalmente con el anuncio del oficialismo de que se vetaría parcialmente un
artículo cuya interpretación sobre la alternativa del aborto después de la
semana 14 de gestación era muy amplio.
El respaldo de los senadores del Juntos Somos Río Negro,
Alberto Weretilneck, y los del Frente de Todos Eduardo Kueider y Sergio Leavy,
así como el de la neuquina opositora Lucila Crexell, fue decisivo para
consolidar el aval a la propuesta del Gobierno.
Tras la sanción de la norma sobre el aborto, el Senado
aprobó por unanimidad el proyecto de Ley Nacional de Atención y Cuidado
Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia, conocido
también como el Plan de los 1.000 días.
La nueva ley de aborto, llevada al Congreso por el Gobierno
de Alberto Fernández en línea con una de sus promesas de campaña, deja atrás
una legislación de 99 años que castigaba con cuatro años de cárcel a las
mujeres que abortaban y sólo permitía la interrupción de los embarazos en casos
de violación o de peligro de vida para la persona gestante.
Ahora, con la flamante normativa lograda tras al menos seis
envíos fallidos de proyectos de ley similares en los últimos 15 años, las
mujeres podrán interrumpir un embarazo sin temor de ir a prisión hasta la
semana 14 y el sistema de salud público deberá garantizar la cobertura de la intervención
de manera gratuita.
La intervención del papa Francisco, en la previa de la
sesión, con un tuit en favor de "las dos vidas", y la apelación a la
inconstitucionalidad, no logró consolidar el voto de los detractores de la
legalización, que anunciaron que llevarían su demanda a la Justicia.
El resultado en favor del fin de la despenalización y la
legalización del aborto fue festejado en la calle por los partidarios
"verdes", en su mayoría mujeres y jóvenes que siguieron el minuto a
minuto de la sesión en las afueras del Palacio Legislativo.
La indefinición de algunos senadores que mantuvieron en
reserva su posición hasta el último minuto hicieron que esta sesión sea una de
las que mayores expectativas concitó no sólo en la opinión pública argentina sino
en países de habla hispana.
Pocas leyes como esta -con excepción de la referida a la
resolución 125 de retenciones para el campo, en 2008- llegaron al recinto con
un resultado tan incierto y una paridad tal que hasta se especuló con que la
vicepresidenta y presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner, podría
llegar a tener que desempatar.
La transversalidad de la medida, que atravesó a las dos
principales fuerzas políticas del país pero en general a toda la sociedad,
transformó a esta norma en una de las pocas que logró trascender la llamada
"grieta" que divide a los argentinos entre el peronismo y el
antiperonismo.
Tanto en el debate de 2018 como en el de este año,
legisladores del Frente de Todos festejando con sus acérrimos rivales de Juntos
por el Cambio y, al mismo tiempo, los detractores del aborto, de bancadas
opuestas, aunando esfuerzos para frenar la ley, fueron el rasgo atípico que
marcó la discusión sobre el aborto desde sus comienzos.
Entre los partidarios del "no" en el Senado, la
mayoría fueron miembros de la coalición Juntos por el Cambio. De los 29 votos
en contra, 17 fueron de opositores y 16 del Frente de Todos mientras que entre
los denominados "verdes" 26 fueron del FdT y sólo 11 de JxC.
La posición de Cristina Kirchner fue de decidida acción en
pos de facilitar el debate en la Cámara que preside, tanto en comisiones como
en el recinto y, al mismo tiempo, dar libertad de acción a sus legisladores al
punto de que su propio jefe de bloque bregó por el "no".
La propia Cristina Kirchner aseguró en 2018 cuando
finalmente la ley fue archivada por el Senado que quien la hizo cambiar de
posición no fue su hija Florencia como se afirmaba entonces sino "las
miles y miles de mujeres que se volcaron a las calles".
El líder de la coalición opositora, Mauricio Macri, promovió
el debate en 2018 pese a estar en contra pero se mantuvo esta vez al margen de
la discusión, en sintonía con el argumento de los "celestes" que
aseguraban que era inoportuno este debate en medio de la pandemia de
coronavirus.
Al igual que durante la sesión de la Cámara de Diputados,
que votó a favor por 131 contra 117, la sesión del Senado fue seguida desde los
palcos por diversas personalidades de la política y del gabinete como los
ministros de Salud,Ginés González García y de Mujeres y Diversidades, Elizabeth
Gómez Alcorta; la secretaria de Salud, Carla Vizzotti; y la secretaria Legal y
Técnica, Vilma Ibarra.
Los festejos se dieron en la calle, en las inmediaciones del
Congreso, y hasta en otros barrios porteños con bocinazos de automóviles que
circulaban en horas de la madrugada.
Fuente: Telam
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