La reunión del peronismo provincial y el consenso para que Alberto Fernández comunique que no será candidato se dio en el marco de los durísimos números del aumento de la pobreza y la indigencia en la Argentina

A final, La Cámpora logró cerrar la grieta, aunque sea por un momento, y coincidió con los intendentes peronistas del conurbano y con la mayoría de los gobernadores oficialistas en la necesidad de que el presidente Alberto Fernández anuncie que no irá por la reelección.

Después se verá que sucede con el operativo “clamor” para que Cristina Kirchner de marcha atrás y se decida a candidata, por la presidencia y como senadora por Buenos Aires. La reciente reunión del PJ bonaerense, con Máximo Kirchner a la cabeza, puso sobre la superficie ese sentimiento.

Por un lado, muestran las encuestas sobre la figura del Presidente con un alto nivel de rechazo. Claro que a los principales referentes del kirchnerismo no le va muy bien tampoco. Cristina sigue siendo la que mantiene el voto duro del Frente para la Victoria, aunque no le alcanzaría para llegar a la Casa Rosada.

Y, por el otro, la gestión del gobierno nacional que hace agua por muchos lados, sobre todo en lo económico y social. Aunque esto golpea también al ministro Sergio Massa, un potencial candidato del FdT.

No entienden la tozudez de Fernández, salvo que tenga la clara intención de acabar con el kirchnerismo. Este pensamiento anida en La Cámpora desde hace tiempo.

La reunión del peronismo provincial se dio en el marco de los durísimos números del aumento de la pobreza y la indigencia en la Argentina y las estimaciones inflacionarias para marzo y abril.

“Con estos números lo único que podemos pedir es hacer un digno papel en las próximas elecciones, pero nos tenemos que olvidar de la presidencia”, reconocía un encumbrado intendente bonaerense que mantiene sus vínculos con Máximo.

Aquí radica el principal problema, más allá de una eventual postulación de Cristina. Hoy por hoy, no tienen un candidato capaz de crecer y mucho en los próximos meses.

Axel Kicillof está cada vez más convencido de que tiene que ir por la reelección y no quiere inmolarse por el premio mayor que aparece cono inalcanzable.

La fórmula Massa – (Wado) De Pedro es una alternativa, aunque saben que si la economía sigue barranca abajo, el titular del Palacio de Hacienda es otro que cada vez tiene menos ganas de inmolarse.

No les parece una opción a tomar en cuenta los deseos del gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, de calzarse la candidatura del FdT y no los convence ir de nuevo con Daniel Scioli.

Por ahora, el kirchnerismo solo se motiva con el “operativo clamor” y con las marchas a favor de Cristina y en contra de la Justicia. Parece atrapado en su propio mundo.

Fuente: TN

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