- 04 de enero de 2019

Leonela dijo que no tuvo nada que ver con el crimen de la menor y responsabilizó a su pareja, que continúa con prisión preventiva.
Sheila Ayala tenía 10 años cuando desapareció el domingo 14
de octubre, mientras jugaba en el patio de la casa de su papá, en el barrio
Tupasy, San Miguel. Cuatro días después encontraron su cuerpo escondido entre
dos paredes, a metros de la casa de sus tíos, quienes fueron detenidos por la
Policía.
Sin embargo, su tía, Leonela Ayala, fue liberada por falta
de mérito y sólo quedó detenido su marido, Fabián González Rojas, con prisión
preventiva. Ahora Leonela rompió el silencio y habló de su relación con su
sobrina y de la responsabilidad de su pareja.
"Prefiero estar muerta yo antes que mi sobrina",
afirmó la joven de 25 años y madre de cuatro hijos en una entrevista con
Telefé.
Leonela se refirió a la relación que tenía con la madre de
Sheila, Yanina Pereyra (29). "Ella sabe muy bien que yo jamás le hice
daño. Ellos convivieron mucha veces conmigo y nunca le toqué a ninguno de los
hijos. Mi relación era buena. Cuando vivía con mi hermano, siempre le hacía la
torta de su cumpleaños. Yo nunca tuve ningún problema con ella", indicó.
Consultada sobre qué mensaje le daría a su pareja, con
prisión preventiva por homicidio doblemente agravado, aseguró: "Le diría
que hable, que se haga cargo, porque el que se va a arruinar es él, no
yo". Y agregó: "No sé por qué la mató, yo no estuve ese día, no sé
nada", siguió.
Según la resolución de la Justicia, Leonela tampoco puede
acceder a la tenencia de sus hijos. "Recién ahora pude tener contacto por
teléfono con ellos. Por suerte por boca de ellos sé que están bien, y sigo
adelante porque me dicen que están conmigo", comentó entre lágrimas en el
programa Cortá por Lozano. "Yo quiero recuperar a mis hijos y que mi sobrina
descanse en paz", repitió.
El juez de Garantías 3 de San Martín, Mariano Grammatico
Mazzari, liberó en noviembre pasado a Leonela a pedido del fiscal, quien
consideró que no había méritos suficientes para que continuara presa, aunque el
juez también avaló que sobre ella continúe la investigación.
La autopsia de Sheila confirmó que la muerte fue por
estrangulamiento con una sábana hallada en la bolsa que contenía el cadáver y
que, de acuerdo con lo declarado por la propia mujer del imputado, era una
sábana de su casa.
Fuente Clarín
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