En un muy emotivo acto de entrega de reconocimiento realizado en el salón Marcos Paz de la Legislatura de Jujuy, la presidenta de la fundación DARLOCAB, Mirta Cabana de López fue declarada como personalidad destacada de la provincia de Jujuy por su incansable labor y dedicación hacia la comunidad jujeña.

La declaración fue propuesta por el diputado provincial Martín Fellner días atrás y sancionada con un fuerte respaldo de los demás legisladores de los distintos bloques partidarios que conforman la Legislatura.

“La causa de Mirta y sus familiares trasciende gobiernos y distintas complejidades políticas, sociales, culturales y económicas. Son casi 30 años de la fundación abrazando a chicos que sufren violencia a diario y conteniendo a cientos de familias necesitadas” expresó Fellner durante el reconocimiento del día de ayer.

Del acto también participaron además del autor del proyecto y la premiada, familiares, amigos y demás personas que colaboran con Mirta en las tareas diarias de la fundación. Del mismo modo se hicieron presente los legisladores Claudia Sanchez Cantaberta, Olga Ramos, Mario Fiad, Valeria Gómez, Diego Rotela, Gustavo Arias y Agustina Guzman.

Luego de un conmovedor video donde se puso en valor el enorme trabajo de la fundación a través de testimonios de muchos de sus principales protagonistas, tomó finalmente la palabra Mirta Cabana de Lopez quien agradeció el reconocimiento de la Legislatura y la iniciativa del diputado Martín Fellner.

Con lágrimas en los ojos destacó que “Nuestro trabajo requiere de mucho esfuerzo, de mucho sacrificio. Hicimos tanto pero todavía nos queda mucho por hacer; nos queda recorrer esta nueva era de los chicos y dejar el legado para que la fundación continúe cuando ya no me toque estar”.

La historia de Mirta Cabana y su esposo, Héctor López, se inicia con la muerte de su hijo, Darío Rodrigo López Cabana, asesinado en diciembre del año 1993. Cinco años después, Mirta creó la fundación "DAR.LO.CAB." cuyas siglas hacen referencia al nombre de su hijo y cuyo espacio se transformó en un lugar de contención para cientos de jóvenes y niños, particularmente aquellos que sufren situación de calle.

“Quienes mataron a mi hijo eran chicos con falta de cariño, de afecto, de amor, que no comprendían lo que es la vida, su verdadero valor. Entonces decidí trabajar también con estos chicos que cometen hechos sin saber lo que hacen", explicó la mujer en reiteradas ocasiones.