- 02 de marzo de 2024
El Presidente planteó una hoja de ruta que representa “un nuevo pacto fundacional para la República Argentina”.
El misterio y la expectativa que Javier Milei buscó crear
deliberadamente en torno a su primer discurso ante la Asamblea Legislativa
terminaron. La “sorpresa” del primer presidente libertario no era económica,
como se rumoreaba, sino estrictamente política: la convocatoria a un pacto con
todos los gobernadores para instarlos a sacar adelante las ambiciosas reformas
políticas estructurales que el Gobierno fracasó en negociar en el Congreso,
bajo un título ambicioso: “Pacto del 25 Mayo”.
Se trata, en palabras de Milei, de “un nuevo pacto
fundacional”, para ser consensuado con los 24 mandatarios de la Argentina, que
contiene diez ideas fuerza, una virtual hoja de ruta que el primer mandatario
ofreció a los líderes de las provincias para, supuestamente, poner en marcha el
país y sacarlo de años de estancamiento.
Las ideas y conceptos deberían plasmarse, en caso de que la
dirigencia adhiera, en leyes y normativas que deberán ser tratadas en el
Congreso Nacional, dejando atrás, si fuera posible, el antecedente de la
denominada “Ley Bases” que naufragó por la resistencia de los líderes
territoriales.
Milei incluyó en los 10 ejes varios de los temas que incluyó
en aquel paquete frustrado y en el DNU que se encuentra en buena parte frenado
por la Justicia: “La inviolabilidad de la propiedad privada; el equilibrio
fiscal innegociable; la reducción del gasto público a niveles históricos, en
torno al 25 por ciento del PBI; una reforma tributaria que reduzca la presión
impositiva, simplifique la vida de los argentinos, y promueva el comercio; la
discusión de la coparticipación federal de impuestos para terminar para siempre
con el modelo extorsivo actual; una reforma laboral moderna que promueva el
trabajo formal; una reforma previsional que le dé sustentabilidad al sistema,
respete a quienes aportaron y permita, a quienes prefieran, suscribirse a un
sistema privado de jubilación; una reforma política y la apertura al comercio
internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser una protagonista del
mercado global”.
Javier Milei deliberó durante semanas con su entorno más
cercano sobre la manera de salir de la encrucijada en la que quedó atascado el
Gobierno tras la caída de su batería de medidas fundacional. Frente a una
mayoría de gobernadores y diputados reacios a darle apoyo ciego al ajuste y a
las las reformas que quiere implementar, y con una minoría libertaria en el
Congreso, decidió que la convocatoria a un “Pacto” con todos aquellos que
quieran acompañarlo es la mejor solución, porque implica una toma fuerte de la
iniciativa, y deja la pelota del lado de la cancha donde juega la oposición.
En síntesis, el Presidente intenta nuevamente marcar una
línea roja ante la opinión pública entre aquellos dirigentes que quieren que la
Argentina salga adelante -allí se ubican a sí mismos y a todos aquellos que
quieran seguir sus lineamientos- y, simplemente, los que no quieren lo mejor
para el país. Con una lista de medidas escritas de manera poco específica, sino
conceptual, y “con las que nadie podría estar en desacuerdo”, buscan que sean
los opositores los que se queden sin una salida. “Es lo que ellos pedían, y se
los dimos. No pueden decir que no”, explicaron con una chicana el razonamiento
de la jugada en la sede del gobierno, horas antes de que se conociera el
discurso.
Los puntos estarán sujetos a conversaciones y a eventuales
cambios. El Presidente tiene planeado llamar a todos los gobernadores a
reunirse la semana que viene para elaborar y firmar un “preacuerdo”. Y el
lanzamiento formal del pacto sería el 25 de Mayo.
Milei eligió anunciar su iniciativa en la significativa
ceremonia de apertura del año político y cambió el horario al prime time
nocturno para llegar a la mayor cantidad de argentinos-televidentes con el
mensaje de división de aguas. No tanto para tener mayor visibilidad, sino para
exponer a la dirigencia ante la opinión pública sobre la que, dado que no tiene
estructura ni territorio, apoya de manera casi excluyente su legitimidad.
La iniciativa es el resultado de una larga evaluación que
realizó junto a su principal asesor, el consultor Santiago Caputo, y que
mantuvo en secreto para la mayor parte del Gabinete hasta el último momento.
Incluso, varios ministros y secretarios se enteraron de la “sorpresa” que
contenía el discurso pocas horas antes de que lo pronunciara. Y las segundas
líneas dudaron hasta último momento sobre la posibilidad de la “sorpresa” fuera
una medida económica. Al final, el anuncio sobre el que se especuló durante
toda la semana fue totalmente político.
Preocupados por el “branding” de cada medida, en Gobierno
prefieren no comparar la iniciativa con el Pacto de la Moncloa, pero reconocen
las similitudes. Pero sí están preocupados con el concepto de “Acuerdo
Nacional”, una fórmula que consideran vetusta porque “ya se intentó y fracasó durante
los últimos 30 años”. Esta vez, creen, será distinto. Cerca del primer
mandatario están convencidos de que algunos gobernadores “empezaron a verla”,
en alusión a la frase de cabecera de Milei (“No la ven”) para distinguirse del
resto de la clase política. “En estos 70 días algunos se empezaron a dar cuenta
de que Javier es especial”, acotó un funcionario de alto peso. Y explicó que es
especial “porque está dispuesto a destruirlos”, sin que le tiemble el pulso.
El Pacto de Mayo
Al primero del mes de marzo del año de Nuestro Señor 2024,
con los representantes del pueblo reunidos en el Congreso de la Nación, ante la
mirada del Eterno, declaramos la necesidad de un nuevo pacto fundacional para
la República Argentina.
El Presidente de la Nación, Javier Milei, convoca a las
veintitrés provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a firmar el día
25 de mayo del presente año, en la jurisdicción de Córdoba, corazón productivo
de nuestra Patria, un acuerdo de diez puntos que reconstituye las Bases de la
Argentina.
Estos lineamientos estarán sujetos a la aprobación previa de
la presentada “Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos”
y un nuevo pacto fiscal.
1. La inviolabilidad de la propiedad privada.
2. El equilibrio fiscal innegociable.
3. La reducción del gasto público a niveles históricos, en
torno al 25% del Producto Bruto Interno.
4. Una reforma tributaria que reduzca la presión impositiva,
simplifique la vida de los argentinos y promueva el comercio.
5. La rediscusión de la coparticipación federal de impuestos
para terminar para siempre con el modelo extorsivo actual.
6. Un compromiso de las provincias de avanzar en la
explotación de los recursos naturales del país.
7. Una reforma laboral moderna que promueva el trabajo
formal.
8. Una reforma previsional que le dé sustentabilidad al
sistema, respete a quienes aportaron y permita, a quienes prefieran,
suscribirse a un sistema privado de jubilación.
9. Una reforma política estructural que modifique el sistema
actual y vuelva a alinear los intereses de los representantes y los
representados.
10. La apertura al comercio internacional, de manera que la
Argentina vuelva a ser una protagonista del mercado global.
fuente: infobae
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