La carrera electoral tiene a los principales postulantes más enfocados en las internas que en mostrar una hoja de ruta para salir de la alta inflación, el bajo crecimiento y los sueldos atrasados.

La mesa política del Frente de Todos y el lanzamiento de Horacio Rodríguez Larreta a la presidencia dieron inicio a una campaña electoral anticipada en la que los candidatos enfrentan el desafío de generar ilusión pero sin hablar del tema que más preocupa: la economía.

Fueron varios los dirigentes que esta semana se candidatearon, de uno y otro lado de la grieta: además de Larreta, Daniel Scioli, que arranca con alto nivel de conocimiento, confirmó que participará hasta el final y Juan Grabois, con muchas menos chances, hizo trascender sus deseos de competir por un cargo, al menos en las PASO.

Sergio Massa no puede desembarcar hasta que no aparezcan mejores números económicos. Y si bien aún falta conocer la madre de todas las definiciones para terminar de armar la oferta electoral -esto es, si Cristina Kirchner será candidata o va a bendecir a otro- lo cierto es que la campaña ya empezó. ¿Cómo jugarán Eduardo Wado de Pedro y Juan Manzur, que se sacaron fotos juntos?

Los candidatos, por ahora, deciden centrarse en las internas, tal vez con más conflictos y grietas que los que desea presenciar la ciudadanía. Por ahora evitan el tema más espinoso: el de la herencia económica que recibirá el Gobierno entrante.

Pero el tema económico será decisivo. La pregunta es si los candidatos hablaran del sacrificio que habrá que hacer en 2024 o se concentrarán en generar una ilusión de un país mejor. Números o negocios. Por ahora, nadie se anima a hablar de ajuste.

Los números son elocuentes: el 2022 terminó con un crecimiento de 5,2%, pero la industria y la construcción vienen cayendo hace cuatro meses. Los economistas calculan que el crecimiento de este año será, como mucho, del 1,5%; y con un nivel tan bajo de crecimiento es muy difícil generar empleo.

Mucha gente no llega a fin de mes: el trabajo en blanco que se generó el año pasado fue casi exclusivo del sector público; y los monotributistas y quienes tienen un trabajo informal suelen ser muy mal remunerados.

Otro tema caliente es el de la inflación, que ahora ronda el 100% anual. Si el ministro de Economía, Sergio Massa, logra bajarla al 60% como prometió, eso recién se vería a fin de año, con un nuevo presidente ya elegido. Así, todo el año electoral quedará condicionado por la baja creación de empleos, la mala remuneración y una inflación todavía alta.

Luego de dos meses de “veranito” en materia inflacionaria, en enero el índice de Precios al Consumidor (IPC) escaló un 6% mensual. Fue un incremento superior al que esperaba el Gobierno y, según las principales consultoras privadas, marcará un piso para febrero.

Así, será inevitable que en el segundo mes de 2023 la cifra medida de forma interanual llegue a los tres dígitos.

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