- 27 de septiembre de 2022

En el día de hoy tratamos el Proyecto de Reforma la Constitución de la Provincia, la normativa madre y matriz de todo el sistema de leyes e instituciones de la provincia, en un tiempo récord y hasta pareciera que con apuro.
Si bien y como expresan los fundamentos, las Constituciones
no son eternas, y el paso del tiempo puede llegar a ameritar su actualización;
es justamente el contexto político y económico actual el que amerita la
atención del Estado y el uso de sus recursos en la cobertura de necesidades
mucho más urgentes que en la reforma de una Constitución Provincial que
demandará según se dice alrededor de mil millones de pesos.
Todo esto en un Jujuy que tiene una tasa de desocupación en
marcado ascenso en comparación con el primer trimestre del año, según datos del
INDEC. Con una inflación del 6,9% en agosto y del 52,7% en lo que va del año
según el último reporte de la DIPEC. Por otro lado, seguimos con la ausencia de
paritarias mensuales y acordes a estos índices que conlleva a la pérdida
sistemática del poder adquisitivo de los trabajadores.
El Ejecutivo Provincial dice querer modernizar la
Constitución y presenta un proyecto con propuestas que resultan una
manifestación de absoluta demagogia, pretendiendo por ejemplo “consagrar la
integración y jerarquía” de los tratados internacionales cuando estos ya están
consagrados en el bloque de Constitucionalidad Federal; o cuando pretende
“reforzar la propiedad privada” como si no tuviera suficiente fuerza o
consagración en el artículo 17 de la Constitución Nacional que la declara como
inviolable; o “prohibir la usurpación” como si estaría permitido usurpar, o
“reforzar el deber del estado provincial en el combate del narcotráfico” lo que
es competencia del Congreso Nacional, entre otras.
De esta manera, esta propuesta de reforma no sólo propone
que se regule lo ya regulado repitiendo lo que ya está consagrado por una norma
federal, sino que además pretende regular en competencias propias del Estado
Nacional, consagrando además ideales que no hacen más que darle ese color
demagógico sin mayor efecto.
Hechas estas observaciones, cabe preguntarnos si era
realmente de urgencia la reforma constitucional planteada, cuando son muy pocas
las normas que tocan a las estructuras de fondo y no cambian la realidad actual
y crítica del pueblo jujeño.
Por todo lo expuesto, hoy en la Sesión Especial de la
Legislatura, no acompañé la Reforma de la Constitución Provincial.
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