- 21 de octubre de 2019
Lavagna apeló a su experiencia, Espert apuntó contra Grabois, Del Caño comparó a Pichetto con Micky Vainilla y Gómez Centurión volvió a tener problemas con el formato.
Los seis candidatos presidenciales cumplieron este domingo
con el segundo debate establecido por ley, que terminó por acentuar casi todas
las características del primero: el formato no favoreció los intercambios, pero
los discursos tendieron a polarizar la discusión entre el candidato del Frente
de Todos Alberto Fernández y el presidente Mauricio Macri, que se mostró más
ofensivo.
De hecho, según pudo reconstruir TN.com.ar de colaboradores
de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos, en uno de los cortes, Mauricio
Macri le recriminó a Alberto Fernández haber mencionado a su papá Franco Macri,
fallecido el 2 de marzo, en el debate.
El candidato del Frente de Todos había lanzado en una de sus
intervenciones: "Usted se pregunta cómo yo en mis años de jefe de Gabinete
no vi la corrupción de la obra pública, pero ¿usted, en el clan Macri, no vio
la corrupción en la obra pública? ¿No vio lo que pasaba en su familia? Después
nos contó, cuando su padre murió, que su padre era el responsable".
El Presidente, entonces, esperó el corte televisivo para
reprocharle a su rival esa actitud. Fernández no se quedó callado. "Sos un
inmoral", le retrucó. De vuelta en el debate, Macri hizo público su
fastidio por lo que consideró un golpe bajo: "Es de muy mal gusto citar a
una persona que no se puede defender, pero (otros) tienen que defender los
contratos de Lázaro Báez, los departamentos de Daniel Muñoz, las valijas de
Antonini Wilson, los bolsos de José López".
El cruce entre Macri y Fernández en realidad tuvo su origen
en una pregunta de José Luis Espert. "Parecería ser que durante el
kirchnerismo hubo una asociación ilícita más que un gobierno, ¿usted no vio
nada o fue cómplice?", le cuestionó a Fernández. Pero el candidato del
Frente Despertar criticó a todos por igual: "Cuidado con nosotros, chantas
y chorros, vamos a ser su peor enemigo".
El diputado del Frente de Izquierda (FIT), Nicolás del Caño,
candidato de la lista de unidad, recordado por el minuto de silencio en el
primer debate por lo que sucedía en Ecuador, aportó otra participación para el
archivo. "Nosotros nos oponemos a la baja de la edad de la imputabilidad.
Esto no solo lo escuchamos de Patricia Bullrich, lo escuchamos de Miguel ángel
Pichetto, que quiere igualar a Micky Vainilla", dijo comparando así al
candidato a vicepresidente de Macri con un personaje xenófobo del actor Diego
Capusotto.
Juan José Gómez Centurión, líder del Frente Nos, tal vez fue
el que más ideas de país propuso en el debate, pero quizás por eso, en medio de
cruces fuertes y golpes bajo, sus ejes de trabajo y seguridad pasaron
desapercibidos. Con su tono tranquilo, pero firme, aseguró: "Voy a ser un
presidente políticamente incorrecto que trabajará por un país con orden,
cultura del trabajo, respeto a la autoridad, con premios y castigos para rescatar
a la Argentina del fracaso".
Por su parte, el exministro de Economía, Roberto Lavagna,
que con Consenso Federal quiere llegar a la Casa Rosada, se mostró incómodo con
el reloj para redondear sus ideas, pero apostó por su experiencia de gestión en
los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner para intentar romper la
polarización entre Macri y Fernández. Y, sobre el cierre, les propuso tres consensos
a sus competidores: "Nadie debe creer que el poder de un Presidente es
para siempre; quien llegue tendrá que alentar debates como el de esta noche; y
deberá preocuparse por la creación de empleo, especialmente para los jóvenes,
que lo merecen".
Al final, todos se saludaron, algunos más contentos que
otros, y finalmente los seis se acercaron al borde del escenario para recibir
el aplauso de todos los colaboradores e invitados presentes. Desde entonces,
pusieron en marcha la cuenta regresiva hacia el día de la verdad: el domingo 27
de octubre.
Fuente: TN
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