- 28 de diciembre de 2018

Los viejos aliados de la líder piquetera; hoy socios del Cambia Jujuy; en la mira de la justicia y la condena social. ¿Será protección de la clase política o lentitud en los procesos judiciales?
Lo cierto es que después de la definición del Tribunal N°2
al no encontrar pruebas suficientes para
condenar a Milagro Sala y Alberto Bejarano, las aguas de la política se alborotaron.
Minutos previos a la lectura del fallo, los diputados
radicales ya se la veían venir, varios
de ellos se comunicaban y decían que Milagro Sala seria absuelta por la causa “Balacera
de Azopardo”, y así fue.
Pero esto no se queda ahí, sino que también empezaron a
rondar los miedos por un posible “NO CULPABLE” en la causa Pibes Villeros. Esta
causa se le conocería sentencia a mediados de enero del 2019.
Ahora, que sucede con los viejos seguidores, aliados e
incluso socios de la líder Tupaquera. Al pedido de desafuero de la Diputada
Mabel Balconte, los legisladores oficialistas tienen el deber de tomar una definición
lo antes posible.
¿El slogan de la transparencia se cumplirá en esta ocasión?
Será real que la Diputada está dispuesta a ir a la justicia
y probar que su participación en los hechos que se le imputan fue por estar
presionada y amenazada por Sala.
Sabido es que los opositores (PJ, FUyO y FIT) están ansiosos
de enviarla a tomar ubicación en una silla de acusados en tribunales.
La ODIJ de José Luis Bejarano y Emilio Cayo, aliados del
Cambia Jujuy, ante las innumerables denuncias hoy gozan de una tranquilidad
llamativa.
Emilio Cayo, denunciado en la oficina anticorrupción cuando aún
era legislador, tuvo que modificar su declaración jurada por inconsistencias en su patrimonio.
También hace pocos meses fue denunciado en el Ministerio de
Trabajo por irregularidades en la contratación de personal docentes en las 10 instituciones
educativas de gestión social que posee la ODIJ. También se solicitó la intervención
de la asociación civil, trámite que está en proceso según su denunciante.
Pero lo más grave es que pesa sobre sus hombros una denuncia
en el fuero penal, por presunta participación criminal y fraude a la administración
publica por la construcción de 500 viviendas.
Para José María Albizo Cazón existe un “pacto de impunidad”,
en donde estos personajes de la policita y la vida social entregaban o
brindaban información sobre Milagro Sala a cambio de protección.
Tanto Cayo como Bejarano, hoy son empleados públicos y no se
les conoce lugar donde desempañen sus funciones y que tipo de trabajo realizan.
En las elecciones de los vocales activos y pasivos del ISJ
(instituto de Seguros de Jujuy), el compañero José Luis Bejarano paso calores
por el escrache de empleados municipales que lo tildaron de ñoqui.
En tanto Emilio Cayo posee un cargo en el Consejo Deliberante
capitalino, pero no sabemos que trabajo realiza. Para los empleados de la institución del barrio Huaico el señor
Cayo solo se dedica a cobrar su sueldo.
¿Qué sucederá con los ex - aliados de la líder piquetera? Hoy
los que sumaban restan a la hora de contabilizar votos y los correligionarios están
preocupados.
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