- 23 de noviembre de 2023
Serían en pesos de hoy unos $11,4 billones. Habría que eliminar transferencias a provincias y la inversión real directa, entre otros. El mercado cree que, si se logra el equilibrio fiscal, se podría resolver el problema de las Leliq.
Los operadores financieros están prácticamente convencidos
que el ajuste fiscal de proporciones épicas es el único instrumento a mano que
tiene el presidente electo, Javier Milei, para evitar una espiralización de la
inflación. Creen más que nada que será la estrategia para ir desarmando el
stock de Leliq que acumula el Banco Central. Un informe del Instituto Argentino
de Análisis Fiscal (IARAF) le pone números al recorte del gasto primario que
tendrá que aplicar el próximo gobierno para alcanzar el superávit. El dinero de
hoy serían $11,75 billones que representan en términos reales una baja del 25%
respecto de este año.
El reporte del IARAF toma en cuenta proyecciones de gastos
de noviembre y diciembre de 2023 en base al resultado del Sector Público
Nacional de octubre, y la merma de recursos que ocasionará la reducción de
recursos del Impuesto a las Ganancias y la devolución del IVA para el 2024.
Estima que el déficit primario cerrará este año en 2,8% del PBI y que el
financiero en 4,9%.
De allí, se calcula la magnitud del achique para equilibrar
el presupuesto. Por caso, detalla que las transferencias no automáticas totales
a provincias, que estarían en la mira de Milei, suman $2,7 billones, lo que
representa el 23% del ajuste necesario e implica una reducción del gasto real
del 5,7%. Si se incorpora una eliminación de la inversión total directa, el
ajuste estaría cubriendo un 48,3% y el gasto primario real tendría una
reducción del 12%. Al incorporar una eliminación del gasto en subsidios
energéticos, el ajuste estaría cubriendo un 82,5% de los recursos necesarios y
el gasto primario real descendería un 20,5%.
A eso podría sumarse el déficit de las empresas públicas,
una erogación que Milei también propone sacar. “La eliminación de estos cuatro
gastos no alcanza para completar la baja necesaria para lograr el equilibrio
fiscal”, advierte. El restante 17,5% debería salir de otros gastos (que incluye
las transferencias a empresas públicas). En términos de PBI, la eliminación de
esos cuatro rubros, señala el IARAF, equivale a 15,9%. Los intereses
representan 0,9% del PBI. A eso, advierte que hay que sumar la deuda flotante
de 2023, que debería quedar saldada, mientras que en 2024 tendría que reducirse
a la mínima expresión.
Los operadores de los mercados están observando muy
detalladamente este aspecto del próximo gobierno. Consideran que será muy
difícil llevar a cabo ese ajuste. Esteban Domecq, director de la consultora
Invecq, señaló en una charla organizada por la sociedad de bolsa GMA Capital.
“Hay una decisión de cerrar el déficit en el año uno, más allá de lo que prevé
el acuerdo con el FMI, que prevé 0,9%. La magnitud con intereses es de 5 a 6
puntos del PBI, Un punto lo puede aportar la recuperación de retenciones”,
explicó. El consultor indicó que “desde el Excel es fácil hacerlo, desde la
calle es muy difícil”. En ese sentido, vinculó el recorte fiscal con la
posibilidad de cerrar el frente monetario, más que nada, de resolver el
equivalente a u$s23.000 millones en Leliq. Domecq señaló que una “solución
virtuosa” para las deudas el BCRA es “tener superávit fiscal e ir cancelando
los pasivos monetarios”. El economista señaló que, “si logran hacer el ajuste,
tienen la posibilidad de cancelar los pasivos monetizando la economía”.
Por su lado, el economista argentino del fondo TWC de Nueva
York, Mauro Roca, sostuvo que “las Leliq no son un problema con un esquema
monetario-cambiario apropiado”.
Fuente: ámbito
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