- 12 de agosto de 2019
El Frente de Todos logró una victoria abrumadora en las primarias y le sacaba 15 puntos a Juntos por el Cambio. El kirchnerismo se imponía por más de 20 puntos en provincia de Buenos Aires y ganó en otros 21 distritos.
El Frente de Todos, con la fórmula presidencial Alberto
Fernández - Cristina Fernández de Kirchner obtenía el 47,32 por ciento de los
votos en las Primarias Abiertas Obligatorias (PASO) de este domingo, porcentaje
que lo dejaba a las puertas de una contundente victoria en primera vuelta en
las elecciones generales del 27 de octubre. Juntos por el Cambio, el espacio
del presidente Mauricio Macri y Miguel ángel Pichetto, quedaba a 15 puntos de
ventaja, con el 32,29% de los sufragios.
Los resultados echaron por tierra los veredictos de las
encuestas, que hasta el viernes mostraban paridad entre los candidatos. Y hasta
fueron superiores a los boca de urna que el Frente de Todos hizo circular desde
el domingo al mediodía, con diferencias de entre seis y nueve puntos a favor
del espacio liderado por el kirchnerismo. En una elección primaria que, por el
grado de poralización, tenía olor a final anticipada, el Frente de Todos ganó
en 22 de los 24 distritos y Juntos por el Cambio solo obtenía triunfos en
Córdoba y Ciudad de Buenos Aires, aunque menores a los esperados.
La victoria arrasadora se replicaba en la provincia de
Buenos Aires, el distrito electoral más poblado. Allí, la fórmula presidencial
liderada por Alberto Fernández obtenía el 50,56% de los votos y sacaba más de
20 puntos al oficialismo. La diferencia en la competencia por la gobernación
también era contundente, aunque algo menor: la fórmula Axel Kicillof – Verónica
Magario derrotaba a la gobernadora María Eugenia Vidal y el vice Daniel
Salvador por 49,22% a 32,71%. En Buenos Aires no hay balotaje.
En la Ciudad de Buenos Aires, el jefe de Gobierno Horacio
Rodríguez Larreta quedaba lejos de un resultado que le asegure una victoria en
primera vuelta en octubre, al obtener el 46,33% de los votos, contra el 32,04%
de Matías Lammens, el candidato del Frente de Todos.
Hacia las 22, aunque la publicación de datos oficiales del
escrutinio provisorio se demoraba y no se había cargado resultado alguno, el
presidente Macri reconoció la derrota. “Hoy hemos tenido una mala elección y
eso nos obliga, a partir de mañana, a redoblar los esfuerzos para que en
octubre logremos el apoyo que se necesita para continuar con el cambio”, dijo
en el bunker de Juntos por el Cambio, en Costa Salguero. Y cerró con: “A dormir
y a empezar a trabajar desde mañana”.
Casi dos horas después, al borde de la medianoche, Fernández
dio su mensaje victorioso. “Estábamos seguros de que la Argentina necesitaba
terminar con este tiempo y empezar a construir otra historia”, dijo, rodeado
por Kicillof, Magario, Máximo Kirchner, Sergio Massa y el gobernador de Tucumán
Juan Manzur, entre otros. “La Argentina es un país donde, a partir de hoy, se
terminó el concepto de venganza, de grieta y de cualquier cosa que nos divida”,
siguió.
Y, en respuesta al Presidente, remató: “A los que se fueron
a dormir, les pedimos que no se duerman nada, porque durmieron mucho tiempo y
nos generaron un problema enorme”.
Poco antes, desde Río Gallegos, la candidata a vicepresidenta
Cristina Kirchner daba un mensaje por videoconferencia que se replicó en el
búnker del Frente de Todos: “Somos conscientes del difícil momento del país, de
los que perdieron el trabajo, de los que no tienen dónde vivir o de los que no
les alcanza para llegar a fin de mes. Tenemos que saber llegar a todos y darles
la tranquilidad con la que afrontaremos esta nueva etapa, que desde el 10 de
diciembre será el reencuentro de todos los argentinos”, vaticinó.
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