El gobernador de La Rioja no atendió un llamado de la expresidenta de la semana pasada y horas después formalizó su candidatura para presidir del partido. Finalmente, buscarán acordar un encuentro y podría haber una lista de unidad.

Tras anunciar su decisión de ir por la presidencia del Partido Justicialista, Cristina Kirchner contactó a Ricardo Quintela, con la intención de que baje su candidatura y acordar una lista de unidad. El gobernador de La Rioja no le atendió el llamado y horas después presentó la lista “Federalismo y Justicia” para competir por la conducción del peronismo.

El riojano viajó a su provincia durante el fin de semana, se alejó de los actos de campaña un par de días y confirmó que este lunes devolverá el llamado a la expresidenta e intentará acordar un encuentro presencial.

 “Quedé que voy a hablar el lunes con Cristina para encontrarme con ella. No sé qué saldrá de esa conversación. La voy a escuchar a ella, de acuerdo a lo que ella me diga tomaré una resolución”, dijo en declaraciones a Radio 10.

Los dos pujan por una lista de unidad, el tema en discusión es quién da el brazo a torcer. Con el silencio de Axel Kicillof de fondo, la exmandataria consiguió el aval del PJ de 12 provincias e insistirá en que debe ser Quintela el que baje su candidatura. El riojano le hizo un guiño este fin de semana, pero en su entorno mantienen firme la postulación, especialmente entre los dirigentes enfrentados al kirchnerismo.

“Pensé que iba a convocar a los gobernadores, intendentes, legisladores, y gente de la CGT, para que pudiéramos sentarnos en una suerte de plenario, para explicar. No sucedió”, explicó el gobernador riojano en declaraciones a Radio Splendid, y admitió: “No tenía previsto (su candidatura), de saberlo, me ponía a las órdenes de ella”.

Si Quintela finalmente le devuelve el llamado este lunes, la decisión quedará en manos Cristina Kirchner. Si contesta y acepta sentarse a dialogar o si cierra la puerta, dependerá de si cambia las formas y abre la convocatoria -como promete el ala dura k-, o decide “dirigir sin consultar”, como la acusan sus detractores. “No estamos dispuestos a ser parte de una monarquía. En eso pretenden convertir al PJ”, señaló Florencio Randazzo, al firmar su renuncia al partido.

“Tengo una suerte de frustración, de incertidumbre, esa mirada que no es la mirada que tenía antes, por la envergadura de quien está enfrente y porque la respeto en demasía a la expresidenta”, reconoció el riojano.

¿Cristina Kirchner y Ricardo Quintela cerca de un acuerdo?

“En este juego de ajedrez a la dama es a la que debemos cuidar. Yo nunca pensé que ella podía bajar a competir con un cuatro de copas como yo. No quiero competir con ella, pero si debo competir, compito, no tengo ningún inconveniente, pero no es con quien debería competir”, dijo Quintela que aclaró que no desairó a la expresidenta, sino que cuando leyó los mensajes que le envió su secretario ya era de madrugada.

El futuro de la interna del peronismo se pondrá en juego a partir de la conversación pendiente que mantendrán ambos dirigentes este lunes, si la comunicación finalmente se concreta.

“Podríamos haber hecho una competencia importante de propuestas, de programas”, dijo, desilusionado el riojano. Ese dilema es el que intentó despejar durante el fin de semana. Quintela no está dispuesto a dejar de recorrer el país. Está convencido de que la única manera de recuperar “un peronismo movimentista de carácter nacional”, es con todos sentados a la mesa, incluso los “compañeros dispersos o separados”, porque “el PJ nunca convocó”.

“A Cristina la quiero, la respeto, la admiro. No es lo mismo (una interna) con cualquier otro contrincante”, admitió y advirtió: “Al resultado (de la interna) es a lo que menos le temo, porque lo que me interesa es la militancia”. Más allá del peronismo, mira hacia 2027.

En los últimos días, Cristina Kirchner sumó los avales del PJ de Buenos Aires, CABA, Chaco, Catamarca, Chubut, Corrientes, Neuquén, Río Negro, Santa Cruz, San Juan, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. Quintela los de Misiones, La Rioja, Salta y San Luis.

“Es una compañera que no necesita bajar a esto para fijar posición, pero sí necesita tener ejecutores de políticas que podemos definir entre todos y creo que estoy en condiciones de ejecutar, tengo el hambre necesaria”, aseguró el riojano

Pelea de entornos

Más allá del acuerdo que podrían alcanzar Cristina Kirchner y Quintela, la pelea está abierta entre los círculos de confianza de ambos dirigentes. “Creo que quien presida debe ser un gobernador”, planteó Andrés “Cuervo” Larroque. Según trascendió este fin de semana, es uno de los dirigentes que, desde la agrupación La Patria es el Otro, junta avales para el mandatario riojano en territorio bonaerense.

Larroque es uno de los armadores que sostiene la candidatura de Quintela, otro es el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi, que la semana pasada le organizó un acto para sumar músculo político para la campaña interna. Los dos forman parte del círculo de confianza de Kicillof.

Del otro lado de la grieta interna, Oscar Parrilli -hombre del círculo chico de la expresidenta-, dijo que el peronismo debe “comenzar a pensar en ser una alternativa” como fuerza política. “No tengo preferencias, lo más importante es que tengamos una conducción muy fuerte en el PJ. Yo creo que esa figura es Cristina. Quintela que haga lo que tenga que hacer, es un hombre grande, sabrá lo que tiene que hacer. Nosotros estamos trabajando para juntar avales”, agregó.

Parrilli trabaja para la candidatura de Cristina Kirchner, al igual que Eduardo “Wado” De Pedro, Juan Manuel Olmos y Nicolás Trotta. Los cuatro son los encargados de tender puentes de diálogo con todo el peronismo.

Dentro de la CGT, que espera las reuniones de último momento para tomar postura, ya se definieron Pablo Moyano, que está dispuesto a acompañar a la expresidenta siempre que sea “con todos adentro”, incluido el gobernador bonaerense, y Mario “Paco” Manrique -titular de SMATA- que, tras anunciar que se irá de la central obrera, planteó que “es necesario que Cristina sea la presidenta del PJ”.

“Las vanidades y los egos son mochilas muy pesadas para los dirigentes políticos. Primero te dobla las piernas y después te pone de rodillas. Y un dirigente de rodillas nada va a poder cambiar. No podemos seguir siendo juguetes de las circunstancias en la Argentina. Hay que construir bases sólidas y conciencia nacional. El desafío que tenemos por delante es entender a dónde estamos parados, de dónde venimos y a dónde queremos ir. Si estamos todos de acuerdo, la unidad construida debe tener la consistencia suficiente para no resquebrajarse”, señaló Máximo Kirchner este sábado en un acto en Lanús.

Fuente: TN

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