Con cierta sorpresa he recibido la invitación del Señor Gobernador de la provincia para participar del Acto de Presentación del Documento Final del Pacto Social por la Educación este viernes 22 de febrero. 

Digo con sorpresa porque a lo largo de todo este tiempo nunca fui invitado como Senador de la Nación a participar de debate alguno acerca de la educación de Jujuy, asimismo nunca recibí el diagnóstico a partir del cual se entiende se comenzaba a discutir este “Pacto Social por la Educación”.

Dado la importancia del tema participé en el momento del anuncio de este proceso y quedé, al igual que el Partido Justicialista de Jujuy, a disposición para participar con aportes y propuestas.

Entenderá Señor Gobernador que dado mi experiencia podría inferir que la mayoría de los Jujeños han sido convidados de piedra a este pacto.

Es sabido, por las afirmaciones de diversos especialistas en el tema, que un Pacto Social Educativo es un acuerdo social, “un pacto de Estado”, que libera a las leyes educativas de los vaivenes políticos, otorga estabilidad y revaloriza la escuela y la función docente.

Es un pacto social, político y autonómico que tiene como objetivo fundamental mejorar, modernizar y estabilizar la Educación.

Por todo esto es que se requiere un amplio acuerdo político y social, tras un debate intenso y participativo, para reformar a fondo la educación y no sólo para parcharla con meros cambios cosméticos.

Lo que se pretende con esta herramienta es cumplir con la premisa que “las estrategias de acción educativa deben ser diseñadas a través de la participación de todos los actores sociales”.

La necesidad de la participación y el acuerdo se deriva de la propia complejidad del proceso educativo, donde la responsabilidad y la autoridad tienen que ser compartidas por todos los actores sociales que participan de ella.

La continuidad en la aplicación de las estrategias de transformación ha sido reconocida como una de sus condiciones de éxito y para que exista continuidad, al menos en contextos democráticos, es necesaria la existencia de un nivel básico de acuerdo y de compromiso de todos los actores en su aplicación.

Lo mencionado hasta aquí son expresiones de diversos especialistas en el tema y, es en base a ello, que no dudo en afirmar que lo que se presentará a lo sociedad Jujeña no es un “Pacto Social” ni “político” y mucho menos “autonómico” y “participativo”. Es más bien la decisión unilateral de un gobierno que no escucha, no genera participación, casi una muestra de autoritarismo democrático.

Si estuviera presente en esta presentación estaría avalando un documento elaborado casi a puertas cerradas, por unos pocos Jujeños y que no contiene la visión del principal partido de oposición.

Además curiosamente la “iniciación del proceso del pacto” y la “presentación del documento final” coinciden con períodos electorales, con lo que echa por tierra otro de los principios básico de un Pacto Social Educativo que es evitar que los mismos transcurran en años electorales.

Señor Gobernador, siempre estaré al servicio de los Jujeños para escuchar y para realizar los aportes que sean necesario y, con mayor razón, en un tema tan importante como lo es la educación.

Es triste que esta herramienta tan elemental para poner en valor la educación de Jujuy y garantizar que, a través de la misma, podamos ir erradicando la pobreza y las desigualdades sociales se haya utilizado más que para poner los cimientos de un mejor futuro para todos los Jujeños únicamente para planificar un fracaso desconociendo a la oposición.

Que el pueblo de Jujuy entienda que por amor a mi provincia no convalidaré acciones de Gobierno que desconocen lo mejor que tiene nuestra provincia: su gente.

Guillermo Snopeck

Senador Nacional