- 20 de enero de 2020

Ejecutivo testea "gran fuero federal" que fusione Comodoro Py, Penal Económico y juzgados del conurbano hasta La Plata.
Como contrapartida, indicios a favor de integración con
justicia "ordinaria". Asuntos Estratégicos en la redacción bajo siete
llaves. ¿Regresan los "centauros"?
Por Gabriel Morini
“Vamos a implementar nuevas jurisdicciones”. El único guiño
concreto respecto de cuál será el eje de la reforma judicial que prepara el
Gobierno bajo siete llaves lo dio el presidente Alberto Fernández durante una
entrevista en el canal C5N. En esa declaración, únicamente arriesgó el concepto
que puede traducirse en “ampliación”, lo que técnicamente es distinto al de
“prórroga de jurisdicción”. Una diferencia en apariencia sutil, pero que
implicó empezar a poner en discusión los dos planes sobre los que oscila el Poder
Ejecutivo para decidir qué camino tomará para diluir el poder de los jueces
federales de Comodoro Py. Por eso, Fernández lanzó como globo de ensayo algo
que podría denominarse el “Plan AMBA” que compite directamente con la reforma
que intentó aplicar en 2004 el propio Gustavo Beliz con la fusión de la
justicia penal “ordinaria” de la Capital Federal.
El “Plan AMBA” contempla la creación de un “súper fuero
federal” con la fusión de los 12 juzgados federales de Comodoro Py con los 11
del fuero penal económico (también considerado federal) para unificar funciones
y distribuir la competencia penal tributaria. El resultado serán 23 juzgados de
instrucción, cuatro salas de la Cámara de Apelaciones, llevando a los
Tribunales Orales Federales de 8 a 12. Pero el ingrediente adicional es que
también “ampliaría” la jurisdicción hacia todos los juzgados federales del
conurbano bonaerense al norte y al sur, llegando hasta La Plata y sumando a los
distritos de Lomas de Zamora, San Isidro, Morón y San Martín. Cada uno con sus
cámaras de apelaciones y sus tribunales orales, lo que descentralizaría la
acción de Retiro y dividiría la competencia según qué juzgado de todo ese
universo resulte sorteado para intervenir.
Para que esta opción sea viable, debería constituirse la
facultad de juzgamiento de funcionarios públicos (algo que los del conurbano
solo tienen restringido ahora a la corroboración de un delito cometido dentro
de los límites de su jurisdicción) y además dotarlos de la capacidad de
investigar contrabando, una presea que muchos ambicionan con arrancar de las
manos del penal económico. Dos juzgados en San Isidro, tres en San Martín, dos en
Lomas y dos en Quilmes podrían sumarse a los platenses y agregarse a los 23
sobre los que podrían recaer sorteos, evitando el efecto “bolilla caliente”.
De esta forma, Comodoro Py, Inmigrantes y todas las
cabeceras de distrito del conurbano, hasta el poderoso fuero federal de La
Plata, quedarían concentrados a cargo de las funciones completas que hoy tienen
sólo los 12 de Retiro. Para este modelo de reforma solo sería necesario
atribuirle por ley la competencia en la materia y la ampliación territorial a
los jueces que hoy tienen varias tareas sobre sí, pero solo en la faceta penal.
Este plan cumple la función de diluir el poder de Comodoro Py y a la vez no
volverse “inmanejable” como definieron los interlocutores judiciales que le
acercaron la iniciativa al Poder Ejecutivo, semanas atrás. Se alteraría todo el
ecosistema con mínimos cambios normativos.
Pero parte de esta idea colisiona con el proyecto histórico
del actual secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz, quien siempre
abogó por la idea de integrar a la justicia criminal y correccional porteña
-que cuenta con 63 juzgados y múltiples vacantes- con Comodoro Py. Teniendo en
cuenta la aceleración de implementación del Código Procesal Penal como
requisito indispensable para activar una reforma que ponga de relieve al
sistema acusatorio, según diagnóstico unívoco, el número a mirar es el de las
fiscalías. De los 63 fiscales de instrucción, 7 de menores y tres generales,
hoy hay 44 que están ocupadas por sus titulares. El resto está vacante. Según
el texto original del Código y su anexo, harían falta 1.500 cargos para que se
pueda implementar el sistema en el que los fiscales realizan la investigación y
los jueces garantizan la legalidad del proceso. En esta parte de la Justicia,
existen -contabilizando las vacantes- alrededor de 1.200 cargos, con personal
que ya está entrenado en la aplicación del acusatorio. Beliz se topó con la
resistencia infranqueable de la Secretaría de Inteligencia en el primer
kirchnerismo. Esa reforma nunca vio la luz pero siempre quedó en los papeles,
incluso en los de los radicales que veían con buenos ojos al comienzo de
Cambiemos presionar para que se materialice.
Otro indicio hay que leerlo en la puja por la
coparticipación: Fernández aspira a recortarle a Horacio Rodríguez Larreta
parte de los puntos adicionales que el macrismo le dio a cambio de traspasarle
las comisarías de la Policía Federal. Sería inviable que además de esa poda le
revoleen al Jefe de Gobierno la justicia nacional con el mantenimiento a su
cargo. Las provincias ya discuten por qué deben sostener al actual híbrido de
la justicia “ordinaria” pese a que su jurisdicción se restringe al perímetro de
la General Paz. Muchos ven “la gran Beliz” como la única garantía de romper la
lógica que había intoxicado la relación de la justicia federal con los
servicios de inteligencia.
Sin embargo, esa cuestión mantiene en alerta a un sector de
Comodoro Py. Durante el fin de semana trascendió que el fiscal de instrucción
José María Campagnoli, acérrimo enemigo del kirchnerismo, merced a su relación
histórica con Beliz, era un asesor dilecto para la redacción de la reforma que
es secreta hasta para los funcionarios del Ministerio de Justicia. Desde
Retiro, el Instituto Patria y algunos juzgados y fiscalías no pararon de sonar
los teléfonos para confirmar el rumor, que algunos leían intencionado para
intentar socavar las chances de que se concrete. Si bien es cierto que uno de
los hijos de Beliz trabaja en su fiscalía y que la relación no solo es
impecable y de permanente comunicación, también lo es que el fiscal estaba
durante la feria de vacaciones. El rumor partió de un ala de Comodoro Py y
representa el primer pataleo subterráneo ante lo que supone el rearme de los
“centauros”, lo que irrita a más de un federal que los ha considerado enemigos.
Funcionarios más ligados a Cristina de Kirchner ponían los ojos en blanco y
rogaban que la noticia no fuese cierta. Tampoco lo podían confirmar.
Fuente: Ambito
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