“En Jujuy hoy las familias de los más de 31 mil estudiantes que tiene la UNJu tienen menos condiciones para su mayor inversión, que es la educación universitaria: desde el Estado se empieza a desguazar ese gran activo que tenemos como país, además de que la situación económica empuja a muchos estudiantes a priorizar buscar fuentes de ingresos”, analizó Rizzotti.

El diputado compartió que el resultado en el recinto de la Cámara de Diputados del sostenimiento del veto “es triste, y preocupa por el futuro, porque avala que el Gobierno nacional tiene de plan un modelo económico para pocos”. “Negarle financiamiento adecuado a las universidades nacionales es un golpe a toda la educación pública, que es lo que más nos iguala”, continuó, y sumó: “si me pienso 35, 40 años, cuando estudiaba en la UNJu, o a mis hermanos, mis amigos, mis pares, con un Congreso que decida así perjudicando algo tan trascendental en nuestra vida como poder cursar una carrera universitaria, también estaría preocupado, y seguramente con cierta sensación de desolación”.

El modo por el que el Ejecutivo logró hacer caer la sanción de la ley de financiamiento universitario, el veto presidencial, también fue observada por Rizzotti: “logra que la minoría se imponga: sancionamos el proyecto de ley, el Ejecutivo lo rechaza, 160 diputados diputados insistimos, sólo 87 se oponen a la insistencia y acompañan el veto, y termina imponiéndose el Ejecutivo con esa minoría; es similar al uso de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU)”. Ante esto, comentó Rizzotti, “fue algo bueno al menos aprobar un emplazamiento a las comisiones pertinente para tratar los proyectos de reforma de la ley la 26.122 sobre Decretos de Necesidad y Urgencia”.