empleado caimancito

Un trabajador de la municipalidad resultó con graves heridas luego de un “operativo” policial en la plaza del pueblo.

“Ese día terminé de laburar a las tres de la mañana de la carpintería. Salgo y me encuentro con un par de amigos en la plaza y ahí estuve hasta las cinco y media, seis”.

Mientras Ramón, el trabajador atacado, compartía con unos amigos en la plaza dentro de su vehículo personal, fue abordado por un policía que le ordenó que se retirara.

“En ningún momento me habló bien, me gritó que ya me vaya de ahí, yo le dije que ponía en marcha la camioneta y me marchaba, él me gritaba” relató.

“Me gritó que me fuera. Yo le volví a decir que se tenía que calentar la camioneta y me iba. Entonces se fue a mirar la parte de a delante del capot, me dijo que prenda las luces y prendí las luces bajas. ¿Tenés luces altas? me preguntó, no, le dije yo. Poné balizas me dice, yo le dije que no tenía. Poné luz de giro me dijo, no tengo le respondí. Se acercó y me pidió los papeles”.

El agente Ramiro Sanchez hostigó al trabajador largo rato hasta que, sin más pretextos, comenzó a golpearlo.

“En eso me pegó una piña en la cabeza y me hizo doler. Yo ahí le pregunté por qué me pegaba, el policía me dijo que yo me hacía el malo y le dije que no me hacía el malo en eso me pegó otra piña. Yo siempre sentado en la camioneta, entonces él me vuelve a querer pegar y en ese momento remontó la escopeta y me apuntó, yo levante las manos y me cubrí la cara, en ningún momento me imagine que me iba a pegar” relató.

Ahí fue cuando intervino el oficial a cargo del operativo y preguntó que pasaba. “En eso que bajé los brazos, el primer policía me pegó con la escopeta, con el caño de la escopeta. Me recostó en el asiento del golpe. Yo me agarre la cara en donde me había pegado, me levante y me pego otra vez pero no tan fuerte” el oficial nada hizo.

Mientras lo golpeaba, el agente Sanchez lo insultaba: “vení maricón, vení maricón, hacete el malo ahora”.

Ramón se dirigió al oficial porque en el pueblo se conocen todos. “¿Cómo va a dejar que me pegue así? Si yo a usted lo conozco ¿Cómo no vino usted a echarme?” le preguntó el municipal.

El oficial se disculpó, y reconoció que Sanchez había reaccionado mal. “Si sé que el otro actuó mal, pero te pido que no me denuncies porque me vas a arruinar la guardia”.

Ofreció pagar los remedios, el hospital y todo gasto; además le aseguró que no iban a secuestrar la camioneta.

Aun así el empleado ratificó su intención de denunciar al agente que lo había agredido brutalmente en medio del operativo.

El saldo de esperar a sus amigos en la plaza de Caimancito fue negativo para el trabajador municipal: “tengo fracturado el pómulo, del golpe me agarró un derrame ocular, tengo la nariz y la boca dormida aparentemente tengo cortado un nervio, y me dijeron que si no me opero puedo perder la vista. Noveo nada porque tengo el ojo lleno de sangre”.

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