- 16 de octubre de 2023
Esta semana declaran otros dueños de las 48 tarjetas, el viernes abrirán el celular del puntero y se esperan datos sobre movimientos bancarios y contratos de la Legislatura bonaerense. Además, se define si seguirá preso o no.
Julio “Chocolate” Rigau tenía las tarjetas ajenas, las
claves para operarlas y el coraje para actuar ante testigos y cámaras de
seguridad. Solo con esas 48 tarjetas, las que usaba el 9 de septiembre cuando
lo sorprendió la Policía, podía recaudar al mes más de $27.000.000 de la Cámara
de Diputados bonaerense, ya que cada una aloja un sueldo que en septiembre fue
de $583.000. “Chocolate” también tenía esa noche un teléfono, que retuvo la
Justicia. Días después, el puntero tuvo la capacidad de designar al estudio de
penalistas más cotizado de La Plata, pese a ser un militante social y electricista.
Después de un mes de guerra entre el estudio Gascón-Molina y
la fiscal del caso, Betina Lacki, ese incómodo celular será sometido a una
pericia técnica. El Samsung gris podría permitir inferir con qué personas o
entidades articulaba su trabajo operativo el único imputado de esta causa, hoy
privado de la libertad nuevamente. La apertura es este viernes en el fuero
penal de La Plata.
La misión de Alejandro Leyes, el profesional designado para
la pericia, es “efectuar un análisis técnico completo y detallado del contenido
del aparato, informando resultado de la agenda telefónica, videos, imágenes y
comunicaciones entrantes y salientes, así como cualquier otro dato de interés
para la causa”.
Lacki también quiere saber si Rigau usaba otras líneas de
teléfono y explorar a fondo su relación con la Cámara de Diputados de la
provincia de Buenos Aires. ¿Quién lo nombró? ¿Cuál era su contraprestación?
¿Quién la supervisaba? En la primera etapa de la causa, Rigau se negó a
declarar.
Además, la fiscal pidió información al Banco Provincia sobre
movimientos bancarios y a la Cámara de Diputados bonaerense sobre contratos.
Pero no solo eso. El miércoles empiezan a declarar como testigos los dueños de
las tarjetas que usaba Rigau. Ese día, desde las 9 de la mañana, comparecerían
ante Lacki Patricio Pascual Prieto, Arturo Falcon Ramírez y Diego Berón, tres
de los 48. En los días posteriores hay otras 10 audiencias previstas para
escuchar a estas personas. ¿Qué relación tienen con el puntero? ¿Y con
Diputados? ¿Quién los contrató y cuándo?
Existen tarjetas de débito del Banco Provincia a nombre de
ellos, con sueldos que en septiembre fueron de $583.000, pero las usaba
Chocolate. Una de las hipótesis es que no trabajaban, pero tampoco cobraban: lo
donaban. Prestaban el nombre y, a cambio, accedían a la obra social y a una
jubilación. Estos son dos de los beneficios que tienen los contratos de
locación de la laxa categoría “Bloque Político” que proliferan en Diputados
desde 2019 y se financian desde la Presidencia de la Cámara. Además, estas
cuentas cobran aguinaldo.
En la primera etapa de la causa se presentaron algunos de
los 48. Tanto en sus declaraciones como en testimonios periodísticos, el grueso
de ellos mantuvo la versión sincronizada de que sí realizan una contraprestación
a la Legislatura, y de que nadie les quita un peso de su sueldo. Chocolate,
dijeron, es un amigo, una especie de gestor filantrópico, que les cobraba el
sueldo porque es más práctico. No hay nada raro.
En tanto, Rigau volvió a estar privado de la libertad, esta
vez ya no en una comisaría bajo custodia del Ministerio de Seguridad, sino en
la órbita del Servicio Penitenciario Bonaerense, en una alcaidía de La Plata,
que depende del Ministerio de Justicia. “Chocolate” está esperando una
respuesta a su pedido de excarcelación extraordinaria.
Su defensa buscó arrancar de raíz toda la causa, mediante un
habeas corpus que primero triunfó en la Sala III de la Cámara de Apelación y
Garantías de La Plata, pero luego fracaso en el Tribunal de Casación de la
provincia. Ahora, el objetivo es que la causa siga, pero con él libre o en
arresto domiciliario. Aseguran que no podría fugarse ni entorpecer la investigación
(remarcan que no tiene antecedentes penales previos a esta causa). Y esgrimen
argumentos sanitarios. Plantean que las tareas de cuidado de Chocolate a su
esposa son vitales para su estado de salud. Resuelve el juez de Garantías del
caso, Federico Guillermo Atencio.
Elida Palacio, la esposa de Chocolate, es un nombre ya
conocido en esta historia. Figura en los cuadernos hallados en un allanamiento
lo de Chocolate –material que reveló TN y que forma parte del rompecabezas
documental de esta trama– y sería empleada de Diputados también. Chocolate
logró colocar en Diputados, con sueldos de más de medio millón de pesos, a
varios familiares de sangre y políticos. Incluso algunos con antecedentes
penales.
Los cuadernos tienen escritos, algunos de los 48 nombres de
las tarjetas, pero también otros. Por eso, la fiscal le preguntó a la Cámara de
Diputados si la gente que figura en los cuadernos de Chocolate es empleada ahí.
De ser así, el número 48 y la estimación de $27 millones al mes, podrían
crecer.
Fuente: TN
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