- 19 de enero de 2019
El ataque contra la escuela de policía dejó un saldo de 21 muertos y decenas de heridos.
El presidente de Colombia, Iván Duque, reactivó este viernes
las órdenes de captura en contra de los negociadores de paz del ELN en Cuba y
afirmó que denunciará a los Estados que protejan a esta guerrilla, acusada de
un atentado que dejó 21 muertos en Bogotá.
"He ordenado el levantamiento de la suspensión de las
órdenes de captura a los 10 miembros del ELN que integraban la delegación de
este grupo en Cuba y he revocado la resolución que creaba las condiciones que
permitan su permanencia en ese país", dijo en un mensaje desde la Casa de
Nariño, sede del Gobierno.
Las negociaciones con el ELN estuvieron suspendidas por
meses, pero Duque había permitido que los líderes rebeldes continuaran en Cuba
con la esperanza de que el grupo cumpliera sus demandas para continuar con el
diálogo.
La decisión de Duque de dar por terminados oficialmente los
diálogos de paz pone fin al quinto proceso que intentaba terminar el alzamiento
armado del grupo guevarista. Su antecesor, el Nobel la de Paz Juan Manuel
Santos, instaló las negociaciones en febrero de 2017 en Ecuador, tres meses
después de firmar un pacto que desarmó y transformó en partido a las comunistas
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En mayo de 2018 la mesa se
trasladó a Cuba. Duque, que asumió el poder en 2018, mantuvo las conversaciones
en punto muerto hasta que los insurgentes liberaran a todos los secuestrados en
sus manos, que el gobierno calcula en 17, y de que cesaran todas las
actividades criminales.
El Hecho
Un coche bomba detonó el jueves en la Escuela de Policías de
Bogotá en el marco de una ceremonia de ascenso de oficiales y cadetes tras
irrumpir de forma violenta. Las autoridades identificaron al hombre que
conducía como José Aldemar Rojas Rodríguez, disidente de las FARC y vinculado a
la guerrilla del ELN.
"Escuché como si se hubiera caído el cielo en la
cabeza. Fue una explosión muy grande. Cuando salí había una humareda
grande", relató Rocío Vargas, una vecina del lugar.
Según versiones de policías, un perro antiexplosivos detectó
la carga. Al verse descubierto, Rojas aceleró y atropelló a un agente. Tres
oficiales fueron detrás del vehículo que explotó segundos después.
Se trata del peor acto de terror ocurrido en la capital
colombiana desde febrero de 2003, cuando rebeldes del ahora partido FARC
detonaron un coche bomba en el club El Nogal. Treinta y seis personas murieron
y decenas más sufrieron heridas.
Fuente TN
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