- 07 de enero de 2020
Las denuncias que pesan sobre el ministro de Trabajo, Jorge Cabana Fusz, por violencia laboral, abuso de autoridad y acoso sexual constituyen un hecho de extrema gravedad institucional que el gobernador de Jujuy,no puede dejar pasar por alto.
El aceptar el pedido de licencia extraordinaria del
funcionario y no pronunciarse de manera contundente, designando de manera
provisoria al frente de la cartera laboral a otro de sus ministros, Agustín
Perassi, no hace otra cosa que minimizar los episodios denunciados por personal
de dicho organismo e invisibilizar una problemática que requiere de políticas
de Estado concretas que tiendan a erradicar la violencia y los abusos de
distinta índole cometidas por funcionarios y personal jerárquico en contra de
los empleados públicos o subalternos.
Repudiamos el silencio del gobernador Morales frente a este
tema y la mirada hacia otro lado realizada por el Consejo de la Mujer, de
reciente creación y en el que se encuentra a cargo la ex diputada nacional de
la UCR Alejandra Martínez, que días pasados hizo la presentación de un
protocolo de actuación para intervenir en casos de violencia y abuso dentro de
la Administración Pública, sin que el mismo fuera socializado ni compartido con
los sindicatos del ámbito estatal ni con los bloques de la oposición del
Parlamento jujeño.
Esta situación acaecida en el Ministerio de Trabajo, que
viene siendo denunciada desde hace tiempo por personal del organismo, se repite
en otras áreas del Estado provincial y desde el gobierno no existe ninguna
reacción ni acción que lleve tranquilidad a los trabajadores y a todas aquellas
personas que dependen de los funcionarios que cometen estos atropellos y que
son designados por el propio mandatario jujeño.
La violencia, el abuso, el acoso y la persecución viene
siendo un denominador común del actual gobierno provincial. Nos preocupa que la
máxima autoridad de Jujuy, Gerardo Morales, levante las banderas de la lucha
contra estos flagelos y no haga absolutamente nada al respecto. Por el
contrario, funcionarios denunciados por actos de esta naturaleza terminan
recibiendo como premio la designación en otras funciones, en algunos casos de
menor exposición, o un manto de impunidad como el caso de Cabana Fusz, al que
le aceptaron el pedido de licencia y le guardaron el cargo hasta que, al
parecer, el escándalo público se diluya.
Frente a este caso, exigimos el pronto esclarecimiento de
los hechos, la renuncia del ministro en cuestión y le pedimos al gobernador un
pronunciamiento que sea claro y coincidente con lo que pregona cuando habla en
público y con lo que sostuvo en campaña, cuando decía que las políticas de
género iban a ser parte central de su agenda.
Nuestro Bloque del Partido Justicialista va a ejercer un
control estricto sobre estos asuntos y va a exigir que a través de las vías
institucionales que correspondan se llegue al esclarecimiento de estos hechos
que involucran al ministro Cabana Fusz y a otros funcionarios que incurrieron e
incurren en abusos contra los trabajadores en toda la órbita del Estado
provincial.
Esperamos y confiamos en que la Justicia hará lo necesario
para llegar a la verdad.
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