Las denuncias que pesan sobre el ministro de Trabajo, Jorge Cabana Fusz, por violencia laboral, abuso de autoridad y acoso sexual constituyen un hecho de extrema gravedad institucional que el gobernador de Jujuy,no puede dejar pasar por alto.

El aceptar el pedido de licencia extraordinaria del funcionario y no pronunciarse de manera contundente, designando de manera provisoria al frente de la cartera laboral a otro de sus ministros, Agustín Perassi, no hace otra cosa que minimizar los episodios denunciados por personal de dicho organismo e invisibilizar una problemática que requiere de políticas de Estado concretas que tiendan a erradicar la violencia y los abusos de distinta índole cometidas por funcionarios y personal jerárquico en contra de los empleados públicos o subalternos.

Repudiamos el silencio del gobernador Morales frente a este tema y la mirada hacia otro lado realizada por el Consejo de la Mujer, de reciente creación y en el que se encuentra a cargo la ex diputada nacional de la UCR Alejandra Martínez, que días pasados hizo la presentación de un protocolo de actuación para intervenir en casos de violencia y abuso dentro de la Administración Pública, sin que el mismo fuera socializado ni compartido con los sindicatos del ámbito estatal ni con los bloques de la oposición del Parlamento jujeño.

Esta situación acaecida en el Ministerio de Trabajo, que viene siendo denunciada desde hace tiempo por personal del organismo, se repite en otras áreas del Estado provincial y desde el gobierno no existe ninguna reacción ni acción que lleve tranquilidad a los trabajadores y a todas aquellas personas que dependen de los funcionarios que cometen estos atropellos y que son designados por el propio mandatario jujeño.

La violencia, el abuso, el acoso y la persecución viene siendo un denominador común del actual gobierno provincial. Nos preocupa que la máxima autoridad de Jujuy, Gerardo Morales, levante las banderas de la lucha contra estos flagelos y no haga absolutamente nada al respecto. Por el contrario, funcionarios denunciados por actos de esta naturaleza terminan recibiendo como premio la designación en otras funciones, en algunos casos de menor exposición, o un manto de impunidad como el caso de Cabana Fusz, al que le aceptaron el pedido de licencia y le guardaron el cargo hasta que, al parecer, el escándalo público se diluya.

Frente a este caso, exigimos el pronto esclarecimiento de los hechos, la renuncia del ministro en cuestión y le pedimos al gobernador un pronunciamiento que sea claro y coincidente con lo que pregona cuando habla en público y con lo que sostuvo en campaña, cuando decía que las políticas de género iban a ser parte central de su agenda.

Nuestro Bloque del Partido Justicialista va a ejercer un control estricto sobre estos asuntos y va a exigir que a través de las vías institucionales que correspondan se llegue al esclarecimiento de estos hechos que involucran al ministro Cabana Fusz y a otros funcionarios que incurrieron e incurren en abusos contra los trabajadores en toda la órbita del Estado provincial.

Esperamos y confiamos en que la Justicia hará lo necesario para llegar a la verdad.

COMENTARIOS

No han dejado comentarios

Escriba su comentario

Nombre (*)
Email (*) (no será publicado)
Mensaje (*)



Código de Validación
(*) Datos obligatorios