Se dirigió públicamente al comunicador gráfico Cristian Dzwonik, conocido popularmente como Nik, revelando detalles de la vida privada de sus hijos, lo que configura un contundente caso de abuso de poder.

Además de expresar su solidaridad para con Nik y su familia, reclamó se garantice su seguridad y exigió se ponga punto final a conductas que resultan inaceptables, especialmente en tiempos de democracia, derechos y libertades consagradas por la Constitución.

Asimismo, instó a privilegiar el espíritu de tolerancia y respeto, asumiendo que quien piensa distinto no es un enemigo.

Finalmente, Pizarro consideró que no se debe soslayar la actitud amenazante de Fernández y menos aún naturalizarla, ya que el ministro desde el cargo que ejerce debe velar por la seguridad de todos los argentinos y no proceder en contrario.