- 03 de agosto de 2020
Mario Fiad opinó sobre declaraciones realizadas en un medio local por su colega del Senado de la Nación.
Guillermo Snopek, más conocido en Jujuy por su diminutivo,
seguramente guiado por la ceguera que lo persigue desde hace un tiempo, olvida
que su labor de representante de la Provincia de Jujuy en la Cámara Alta,
trasciende a esta cuando en el territorio se lo necesita ayudando, aportando,
socorriendo a los jujeños. Pero no, se dedica a saciar su vendetta personal
tratando de generar malestar, sospechas y hasta irritación social, lanzando
toda una serie de especulaciones basadas en cálculos políticos mal hechos.
El diminutivo con el cual se lo reconoce en la provincia no
puede hacerle más justicia, “Guillermito” solo da información falsa, la que ni
información es, pues son solo especulaciones sin números, sin documentación
respaldatoria y que contrastan con la que sí dan a conocer los funcionarios
nacionales que hacen lo que él no: llegar a Jujuy a ayudar. Calificar de
mentiroso a alguien más, mintiendo, desacredita al que califica.
Cuando se menciona la palabra corrupción y se la intenta
asociar a algo o a alguien, debería saber ya “Guillermito”, esta se sostiene
únicamente con denuncias judiciales, en donde además de palabras se deben
presentar pruebas.
Por último “Guillermito” debiera estar consciente que las
mismas medidas que se toman en la Provincia de Jujuy las toma también el
Gobierno Nacional como otros distritos, porque el tratamiento para combatir la
pandemia no es de amplio espectro; hay un protocolo que indica los pasos a
seguir. Aquí no hay lugar para la especulación y la mentira. No es el lugar ni
momento adecuado para ser creativos, sino para apoyarnos en experiencias
probadas en países en donde la pandemia llegó antes que al nuestro.
Por todo lo dicho, le pido que dedique su tiempo a ser
proactivo con la provincia, con sus coterráneos, antes que con sus intereses
personales. Piense que su actitud va de contramano con la propuesta del Papa
Francisco cuando dijo “Trabaja duro, pero en silencio. Deja que el éxito se
encargue de hacer todo el ruido”.
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